El gobierno municipal se está planteando ofrecer cristales aislantes que protejan del ruido a los vecinos del parque Santa Catalina, los más castigados al ser esta zona donde se celebran la mayoría de las fiestas de la capital grancanaria. Esta es una de las soluciones que baraja poner en marcha el alcalde Jerónimo Saavedra para proteger a los ciudadanos de las molestias de los ruidos. El regidor advirtió también que se reforzará la lucha contra la contaminación acústica, mediante sanciones a los que incumplan la ley.

A juicio de Saavedra, la mejor solución para compatibilizar el derecho al descanso de los vecinos con las frecuentes fiestas que se celebran en las inmediaciones de Santa Catalina a lo largo del año es echar mano de cristales aislantes. "En estos lugares, a lo mejor es mucho más fácil facilitar por parte del Ayuntamiento cristales aislantes", dijo el alcalde, que recordó que este sistema se utiliza en Europa en "muchas ciudades turísticas, en cuyos cascos históricos la gente se divierte por la noche, mientras los vecinos pueden descansar y se pueden levantar a su hora a trabajar. Esos cristales los utilizan nuestros hoteles y la tecnología hay que aprovecharla".

En cualquier caso, el alcalde insistió en que se cumplirá a rajatabla la normativa contra el ruido en la capital. "Sin duda", sostuvo, "vamos a reforzar la lucha contra el ruido. Hay un derecho a la tranquilidad, quitando las circunstancias excepcionales de determinadas fiestas, y hay que ser respetuoso con el derecho fundamental al descanso y al no escándalo".

Al respecto señaló que la Policía Local se encarga de realizar controles, cuando recibe las denuncias, y de hacer cumplir los límites de contaminación acústica, para que éstos no se rebasen, imponiendo las correspondientes sanciones.

Molestias

Otra cuestión que quiere solucionar el Ayuntamiento, dijo el regidor, son las molestias que causan "determinadas ambulancias cuando pasan por Mesa y López a las 9 de la mañana. Eso tampoco se puede permitir".

Saavedra reconoció que hay que evitar las molestias de la contaminación, pero criticó a esos vecinos "hipersensibles" que "creen que el de al lado está ocasionando ruidos y si tiene un bar o una cafetería ya lo declara enemigo público. Y eso tampoco es justo. Lo que hay que exigir es el cumplimiento de la normativa".

El Puerto, Vegueta y Siete Palmas son las zonas de la ciudad con más problemas de ruidos, a juzgar por las denuncias presentadas por los vecinos. La Policía Local instruyó en el último año cerca de 80 expedientes por vulnerar la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente.

Dentro de un mes se pondrá en marcha una red de sonómetros en calles muy ruidosas, como Mendizábal, en Vegueta, Primero de Mayo, Tomás Morales y la Avenida Marítima. Estos sonómetros permitirá a los vecinos controlar el ruido.