La calle Bernardino Correa Viera, que hace de nexo de unión entre la avenida Primero de Mayo y la carretera de Tafira, se abrió ayer al tráfico casi dos años después. Se cortó en el verano de 2009 para construir un aparcamiento subterráneo de 460 plazas que iba a durar año y medio, pero como suele ocurrir con la mayoría de las grandes obras públicas, se retrasó más de la cuenta. Tanto, que el parquin todavía no ha entrado en servicio.

Además del aparcamiento, las obras han consistido en el ensanche de la calle, manteniendo las dos direcciones iniciales y facilitando los accesos para los residentes en ese entorno, también conocido como El Terrero.

Entre las novedades para los conductores están el centro de salud de Triana, abierto hace algo más de un año y al que hasta ahora se accedía a pie; y el solar destinado una nueva estación de guaguas. También se ha modificado el acceso a las viviendas del entorno, como la calle Pintor José Arencibia Gil. El primer tramo de esta vía adyacente a la prolongación de Primero de Mayo cambia de dirección, convirtiéndose en bajada, con el fin de que sus vecinos puedan acceder directamente a sus domicilios desde Primero de Mayo y la carretera del centro.

Igualmente, para los conductores que circulan por las calles de la Fuente y San Diego de Alcalá, paralelas a la carretera del Centro, que hasta ahora se veían obligados a girar por Pintor José Arencibia Gil, ahora podrán continuar en línea recta para acabar incorporándose directamente a la carretera de subida a Tafira.