Las cifras que se mueven en torno a este portacontenedores asustan. El Maersk Emden transporta 13.100 contenedores, cuando lo máximo en la Luz es ver 8.500 cajas, en 19 pisos de altura, de las cuales 12 están situadas bajo la cubierta en posición estratégica por pesos. Mide 366 metros de eslora, lo que supone más que tres campos de fútbol, su altura total es de 60 metros y en su ancho caben 14 contenedores. Esta es la primera vez que un barco de estas características escala en La Luz, ya que apenas hay unos ocho puertos en el mundo capacitados. Y realiza una parada experimental para comprobar la capacidad operativa del Muelle para este tipo de operaciones, que habitualmente pasan de largo por las Islas, tras detenerse en Algeciras o Tánger Med. De ahí su importancia.

El portacontenedores moverá en Las Palmas unas 2.700 cajas, la mayor parte de ellas vacías, ya que la naviera pretende reposicionarlas en Asia, debido a la saturación de los países africanos.

La presencia de este barco ha supuesto un gran despliegue operativo. La terminal Opcsa destinó desde primera hora de ayer tres grúas a este buque, así como de la consignataria Marmedsa, con cerca de 80 personas desde remolcadores, prácticos, estibadores y personal del Puerto. Se estima que la operación supone un inyección global a las empresas de casi 400.000 euros.

El barco partirá esta noche hacia Malasia, después de salir desde Amberes y pasar unas 40 horas en La Luz. La próxima semana vendrá un buque gemelo, en una operación semejante.