Cuando la subinspectora Antonia Santana entró en la Policía Local en 1987 sólo había hombres en el cuerpo de la capital grancanaria. Ella y once compañeras más de la misma promoción, tuvieron que romper el fuego y abrirse camino como auténticas pioneras en un mundo de hombres. Hoy hay más de cuarenta mujeres en el cuerpo.

A lo largo de estos veinticuatro años Antonia Santana ha dirigido el tráfico, ha trabajado en radiopatrullas y también ha ejercido en la Unidad Especial, que trabaja por la noche. Ahora es subinspectora, cargo que ostentan dos mujeres más. Ayer se le entregó la medalla al mérito policial por "ejercer con total responsabilidad, dedicación y esmero las funciones correspondientes a su empleo, demostrando su alto sentido de lealtad y cumplimiento de las órdenes recibidas, trabajando para mejorar el servicio de la Policía Local". Seguro que esta mujer policía tiene un buen número de anécdotas y lances que contar, pero se resiste. "Soy muy reservada", zanjó ayer la conversación.

Santana recordaba, tras recibir la medalla, sus primeros años como guardia urbana y reconocía que, al principio, sus compañeros la recibieron "con extrañeza", al igual que una población que no estaba acostumbrada a ver a una mujer ejerciendo la autoridad, pero con los años todo se ha ido normalizando.

Compañerismo

De estos veinticuatro años de servicio, Santana destaca "el compañerismo recibido". Quizá la vocación de Toñi, como la conocen sus compañeros, nació un día viendo Los Ángeles de Charlie o alguna otra serie americana, pero ella asegura que siempre le ha atraído de su profesión lo que tiene de "acercamiento" y servicio al ciudadano.

Celso Jiménez Bolaños, auténtico historiador de la Policía Local, recuerda cuando llegaron las mujeres al cuerpo y destaca de Santana su "carácter cariñoso y su gran profesionalidad. Cuando llegaron las mujeres, esto era un cuerpo de varones y se generó un gran recelo hacia ellas y el típico proteccionismo varonil, pero las cosas han cambiado", asegura.

La Policía Local prepara un acto especial para conmemorar los 25 años de la llegada de estas doce mujeres, de las que sólo falta Araceli Domínguez, desaparecida en el trágico accidente aéreo del avión de la compañía Spanair.