El presunto asesino que acabó con la vida de su exmujer en el aparcamiento del centro comercial Carrefour de Hoya de la Plata el 15 de junio de 2009 intentó suicidarse en un momento no precisado de la noche de anteayer. El suceso ocurrió ya en la prisión, tras la segunda jornada del juicio que se celebra ante el Tribunal del Jurado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

El acusado, Francisco Romero Henríquez, trató de acabar con su vida al ingerir un cóctel de pastillas que había ido acumulando poco a poco, presumen fuentes jurídicas, entre las que se encontraban benzodiacepinas, un medicamento que toma diariamente por prescripción médica y pastillas contra la tensión, entre otras.

Fue el propio Francisco quien avisó a los guardias del módulo de seguridad de la cárcel de Salto del Negro donde se encuentra recluido de que había ingerido las pastillas que podían hacer peligrar su vida, confirmaron fuentes cercanas al acusado.

El preso fue trasladado rápidamente a la enfermería del complejo carcelario donde permaneció durante el día de ayer bajo observación. A media mañana, tres forenses del Instituto Canario de Medicina Legal se desplazaron hasta la prisión para hacerle una revisión al supuesto criminal.

La magistrada presidenta, Pilar Parejo Pablos, comunicó que los médicos habían acudido a ver al acusado para determinar si su indisposición le podría permitir bajar a la Audiencia Provincial y comenzar con la tercera jornada de su juicio. Sin embargo, los forenses determinaron que no se encontraba en disposición de declarar, ni siquiera por la tarde, una posibilidad que se había barajado durante las primeras horas de la mañana.

Por todo ello, la continuación del juicio, que había sido retrasado hasta la tarde, quedó definitivamente suspendida durante el día de ayer y hoy se reanudará a partir de las nueve de la mañana.

En esta última jornada de la vista oral, en la que se juzga a Francisco como el presunto autor de las cuatro puñaladas, dos entre la espalda y el costado, otras dos por delante y un tajo en el cuello, que acabaron con la vida de su exmujer, Maximina del Rosario Rodríguez, se espera la declaración de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria que examinaron a la víctima, varios miembros de la Policía Científica y los psicólogos que realizaron los exámenes psicológicos del supuesto autor de los hechos.

Los testimonios de los expertos supondrán el punto final a la prueba practicada durante el juicio celebrado esta semana. En su transcurso, han declarado testigos oculares que vieron el asesinato, los policías que detuvieron al acusado, familiares que narraron los supuestos malos tratos que vivieron desde pequeños y las vecinas que dijeron escuchar aterradas los gritos de Maximina cuando su marido la golpeaba.

Los informes finales de la Fiscalía, el letrado de la defensa y las diversas acusaciones particulares, ejercidas por los hijos, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Instituto Canario de la Mujer y la Delegación Especial del Gobierno de Canarias contra la Violencia de Género, cerrarán el juicio y supondrán el inicio de las deliberaciones de los miembros del jurado, en cuyas manos quedará el futuro de Francisco.