El gigante de Tenoya ya sobrevuela el barranco y apenas le faltan 55 metros para unir sus dos extremos y poder atravesar su estructura a 113 metros por encima del suelo. El que será el viaducto más alto del Archipiélago y el tercero de España ofrece una estampa que impresiona a los vecinos del lugar, que no se cansan de mirar cómo avanza imparable sobre sus cabezas la estructura más espectacular de la cuarta fase, la que cierra la circunvalación de la capital grancanaria.

Unas 200 personas trabajan cada día en la construcción del viaducto, sobre el que se empezó a echar hormigón en febrero de 2010. Está previsto que su fabricación, incluida la autovía, concluya en octubre de 2013, pero los técnicos esperan que a finales de este año ya se podrán atravesar a pie los 528 metros de longitud que medirá el tablero del puente. La terminación del resto de la autovía, que unirá Tenoya con Arucas a lo largo de 6,8 kilómetros, tardará un poco más. Se prevé que acabe en enero de 2015.

Gerardo Hernández, viceconsejero de Infraestructuras del Gobierno canario, destaca la importancia de la obra, ya que "figura entre los tres viaductos de pila más altos de España. Sólo el viaducto de Montabliz (Cantabria), con 128 metros de altura, y el de Samprón (León), con 124 metros, superan al de Tenoya".

Hernández explica que en la elaboración del puente "se han empleado los procedimientos más modernos desde el punto de vista de la ingeniería. Los carros de encofrado, por ejemplo, se construyeron en Noruega de manera específica para este puente y han participado en la elaboración operarios especializados venidos de diferentes países, entre ellos Filipinas".

Para armar este coloso se inyectarán 4.360 toneladas de acero y 24.800 metros cúbicos de hormigón. El tablero del puente tiene tres tramos centrales o vanos de 128 metros y dos laterales de 78 metros cada uno y avanza a un ritmo de cuatro metros por ambos lados cada semana. En estos momentos se trabaja en la terminación de dos de los tres tramos centrales y otro de los cortos. De las cuatro pilas que lo levantan al aire, queda pendiente de concluir la tercera, la más alta, que alcanza los 113 metros. El puente se ha construido, como el del Guiniguada, por el sistema de voladizos sucesivos. Primero se construyen las pilas, que son huecas, con encofrados especiales que van trepando uno sobre otros -es imposible colocar andamios a tanta altura- y el mismo proceso se sigue con el tablero, mediante voladizos sucesivos, que van creciendo a ambos lados del puente.