La última de estas naves en atracar en La Luz ha sido la Skandi Skolten, uno de los remolcadores de anclaje más poderosos de manipulación de suministros en el mundo. Además, es uno de los más modernos ya que fue entregado en julio de 2010 tras ser construido por STX Europa en Tulcea (Rumanía) y equipado en el astillero de la misma compañía en Aukra (Noruega).

Este singular buque ha sido construido con uno de los diseños más respetuosos del medio ambiente y permite llevar a cabo operaciones sobre el terreno así como en una amplia gama de profundidades de agua y condiciones ambientales. El buque cuenta con una gran cubierta de trabajo y un vehículo teledirigido submarino con un grado de profundidad de 3.000 metros. La nave dispone, también, de una cubierta para helicóptero con un diámetro de 21 metros capaz de acomodar un Sikorsky S92.

Pero la Skandi Skolten destaca por la forma de baja resistencia de su casco que le permite una mayor velocidad de crucero con bajo consumo de combustible. La rapidez es un elemento muy importante en un barco de suministro. Además, la forma del casco optimizado proporciona maniobralidad suave y buena estabilidad.

El auge de las plataformas y sobre todo de los barcos supplier "son los que está contribuyendo decisivamente a la recuperación de la actividad económica de la reparación naval en La Luz y pueden ser los que den aire al sector" resaltaron desde Repnaval, que programa la ampliación de sus instalaciones en el Puerto de Las Palmas para atender la demanda de la pujante industria off shore que prolifera en el Golfo de Guinea. La empresa Zamakona Yards en Canarias ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Las Palmas una concesión para aumentar la superficie de talleres especializados que pasaría de los 4.000 metros cuadrados actuales a un total de 7.000 metros cuadrados.

Los planes de expansión y mejora de Repnaval en el puerto de Las Palmas no se quedan ahí, pues estudian, además, la posibilidad de contar con una segunda base contigua en el naciente del Reina Sofía al abrigo del dique de La Esfinge. En estos momentos, unas diez plataformas y unos ochenta barcos supply están pasando anualmente por el recinto portuario de la capital grancanaria, número que se incrementará con las previsiones de esta industria.

Creciente negocio

En la reciente misión realizada a Houston, la capital mundial de las empresas petrolíferas, Astilleros Canarios (Astican) constató el creciente negocio del petróleo en el entorno del golfo de Guinea espoleado por el aumento del precio del crudo. En 2006 había 25 plataformas en la zona, en 2010 unas 55, en 2015 serán 70 y para 2020 alcanzarán las 150. Para esto hay que contar los barcos supply que demandan las dragas petrolíferas para su aprovisionamiento.

A más plataformas, muchos más barcos de suministros en La Luz. La necesidad de tener un aprovisionamiento rápido para cualquier contingencia hace que en el puerto de Las Palmas se lleguen a ver hasta cinco o seis supply en los astilleros de Astican y Repnaval. Las plataformas petrolíferas requieren estar activas para ser rentables ante el alto coste que le supone estar paradas, que se estima en unos 300.000 dólares al día. "Aparte de las reparaciones, estos barcos se suministran de pertrechos y víveres" señalan desde la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

En lo que va de año, el recinto portuario ha recibido la llegada de varios de los buques de apoyo más tecnificados en trabajos off shore del planeta. En marzo arribó al muelle Grande del puerto de Las Palmas la nave oceanográfica de bandera noruega Ocean Intervention III, de paso al golfo de Guinea y tras acumular varios años de arduo trabajo en costa este de Estados Unidos y en las labores para sellar la fuga de crudo provocada por el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, de la empresa británica BP, en el golfo de México.

Tras avituallarse zarpó hacia Luanda, la capital de Angola, para realizar una operación en sus aguas. El comienzo de esta travesía fue recuperar un sonar que dejaron a 2.500 metros de profundidad en aguas canarias como prueba en el estreno de sus dos nuevos robots capaz de bajar hasta 3.000 metros de profundidad para realizar intervenciones de construcción, mantenimiento y reparación en el mar, en especial para plataformas.

Este sector cada vea más especializado y demandado se agrupa en la Asociación Internacional Ship Supplier & Services (AISS) que representa a cerca de 2.000 proveedores de buques en todo el mundo. Tiente 43 asociaciones nacionales de suministradores de buques como miembros de la AISS de pleno derecho y miembros asociados en 52 países.