Un marinero puertorriqueño en perfecto español recibe a este periódico en el dique naciente del muelle Santa Catalina, donde está atracado desde el pasado lunes el HSV-2 Swift en una escala técnica de aprovisionamiento y suministro de víveres. Accedemos al barco por una rampa móvil que puede habilitarse en cada costado de su popa.

Ya en el barco, el capitán de corbeta Charles Eaton informa como comandante de la misión. Al rato se une el capitán de barco, Rhett Mann, un civil que se encarga de pilotar este barco construido en 2003 en Tasmania por una empresa australiana y arrendado a la armada estadounidense a través de Bollinger/Incat por un contrato, cuyo primer año ascendió a 16,3 millones de euros.

El HSV-2 Swift navega con una tripulación civil de 17 personas y 35 marineros, que se puede aumentar al centenar de efectivos. El fast ferry ha desarrollado su misión dentro del Africa Partnership Station en la que participaron marinos de España, Alemania, Dinamarca, Francia, Italia, Ghana, Nigeria, Kenia y Brasil. Los puertos visitados fueron de Senegal, Gambia, Ghana y Cabo Verde.

La bodega del catamarán de la US Navy es idéntica a la de los barcos de Fred Olsen, aunque la del barco atracado en La Luz, en vez de acoger vehículos parece una especie de hangar donde se encuentran varias lanchas, distinto material logístico y unos contenedores habilitados como aulas para la formación de las armadas africanas y la cooperación con marinas europeas y otros continentes.

Los contenedores escuela tienen ventanas, aire acondicionado y wifi para acceso a internet. Se usan, sobre todo, para las jornadas que desarrollan con las marinas europeas. En esta última misión fue relevante la participación de efectivos de la Infantería de Marina española.

Uno de los peligros que amenazan la seguridad marítima en la costa de África Occidental es el de la piratería. "Es un problema grave y más grande de lo que el pueblo de los Estados Unidos cree", apunta el capital Rhett Mann.

El HSV-2 Swift está catalogado como buque logístico de alta velocidad, ya que puede desarrollar una velocidad máxima de 45 nudos, es decir, unos 85 kilómetros por hora, casi el doble de la velocidad que puede alcanzar los barcos modernos de mercancías.

El comandante Charles Eaton resalta que el buque está construido en aluminio, lo que le permite pesar menos y desplazar una carga máxima de 1.688 toneladas a pleno rendimiento. En cualquier caso, para mantener su velocidad máxima de 45 nudos no debe sobrepasar las 300 toneladas. Ya con 650 toneladas su velocidad baja a 35 nudos.

Eaton indica que el barco está propulsado por cuatro motores Caterpillar acoplados a igual número de water jets, lo que le permite una gran maniobralidad para desplazarse marcha atrás o para babor y estribor. Para ello cuenta con cuatro cámaras que visionan las esquinas y frontales de la nave.

Consignado en su escala en La Luz por Bergé Marítima, El HSV-2 Swift tiene 98 metros de eslora por 27 de manga. Desde 2005 ha visitado numerosos países como base de cooperación internacional.

La nave está capacitada para el transporte de tropas y el control de guerra de minas, pero no ha participado en ninguna acción bélica por ahora. Su próxima misión, tras su llegada a su base en Miami, será en Centroamérica para colaborar en la seguridad marítima con las armadas de la zona.