¿Parece que las elecciones a la presidencia del Náutico se presentan muy reñidas, después de la Junta General de la semana que ahora acaba, en la que se aprobaron las cuentas del club del 2012 con tan solo 23 votos a su favor?

Creo que no se puede extrapolar el resultado de esa Junta General con lo que se pueda dar en el periodo electoral porque a la Junta General viene muy poca gente, aunque hay 7.000 socios. En esta ocasión, sin embargo, vinieron más de los 100-150 que habitualmente asisten. Hubo 514 socios. Tampoco es frecuente; es casi inusual, que se vote de modo secreto. Todo eso demoró enormemente la Junta y produjo naturalmente que muchísima gente se marchara porque al día siguiente había que trabajar. Es decir, que de los 514 que asistieron creo que recordar que solo unos 300 votaron. Como le digo no es extrapolable.

Me refería a que se ha caldeado el ambiente previo a las presidenciales ¿o las elecciones a la dirección del Club siempre han sido reñidas?

Ni siquiera. Aunque en el Club ha habido elecciones muy reñidas como las de mis dos predecesores: Manuel de la Cueva y Juanjo Pérez Morales, en el Club es típico que las elecciones sean discutidas. En las veces en las que yo he sido presidente; sobre todo al inicio, el Club atravesaba por grandes dificultades y quizá no hubo un candidato que se atreviera a presentarse. Ahora que los problemas se han resuelto es cuando, por lo visto, hay apetencias.

Lo de traer las papeletas para que la gente votara en secreto sobre la marcha fue toda una estrategia de su oponente, ¿no?

Claro que sí. Nosotros en previsión también las teníamos preparadas. Es nuestra obligación pero es evidente que la oposición se lo había pensado mejor. Lo nuestra era una rutina pero lo de ellos fue un atropello.

Soportan una deuda de 809.360 euros, ¿a qué se debe?

Las cifras no tienen vida en sí mismas sino en el contexto en el que están. Le pongo un ejemplo. Diez mil euros, que es una cifra importante de por sí, no significan nada. Si es una desviación en un presupuesto de cinco millones de euros; obviamente no tiene importancia. Pero si se trata de uno de mil euros es un disparate. Si no se revisa ese contexto, esa cifra que usted me dice no significa nada. Como bien saben los socios, el Club no ha tenido financieramente pérdida alguna. Al revés, ha tenido beneficios. Lo que ocurre es que como consecuencia de las obligaciones para presentar las cuentas y los balances a Hacienda; y otros lugares, hay una serie de anotaciones que son puramente contables y que no suponen, en ningún caso, peligro para la seguridad y solvencia del Náutico. El Club, como consecuencia de unas amortizaciones que nosotros voluntariamente pusimos a 18 años, en vez de a 45, tiene las llamadas pérdidas contables pero, como ya le digo, no ponen en peligro la solvencia del mismo. El Náutico es solvente y tiene todas sus obligaciones fiscales, salariales y hacía los proveedores absolutamente pagadas. La deuda que tiene el Club es como consecuencia de esa formidable obra que se hizo; que costó nueve millones, y que se sigue pagando puntualmente todos los años con sus intereses. En este mismo mes de mayo tenemos el vencimiento de una amortización y ya el dinero está preparado. Así que cuidado ¡Cuidado¡ en el contexto en el que se dice esto. Si no se dice el contexto la gente puede alarmarse. Como le digo es un déficit contable que no afecta a la solvencia del club y a las garantías del mismo.

Esa serie de viajes injustificados y otras inversiones fallidas de las que habla su contrincante a las elecciones presidenciales Fernando del Castillo ¿son mentira?

Los viajes están totalmente justificados, autorizados por el propio presidente, y no son más que la asistencia de nuestros directivos a las competiciones que entendemos debemos estar ahí porque son convenientes para el Club. No hay viajes injustificados. Respecto a las inversiones fallidas ¿cuáles son? No me las enumera. No ha habido, en todo caso, inversiones fallidas.

¿La última gran obra el Club ha sido la Marina?

Usted no conoce el Náutico. Para que un Club tenga vida hay que hacer una gestión eficaz y atender las necesidades de los socios. Últimamente hemos hecho una obra importantísima, muy necesaria, y que es un ascensor para moverse entre dos plantas, porque hay socios que tienen dificultad para hacerlo. Esa ha sido la última. Anteriormente, cambiamos todo el sistema eléctrico; que ha sido un trabajo de cuatro años y de un coste asombroso. Nadie puede acusarnos de inversiones fallidas. Todas las inversiones se han hecho para mejorar el Club.

¿Ha habido una pérdida de socios en los últimos tiempos como se dice?

Vuelvo a comentarle lo que le decía con los números. Se ha aireado por alguien; y la prensa así lo recogido, que se ha tenido una pérdida de socios por falta de pagos. Dicho así puede alarmar a la gente, pero las personas que han aireado esto conocen perfectamente la causa de estas bajas. Y no han tenido honestidad de decirlo; y los datos no están ocultos. Efectivamente, en cuatro años y estos meses ha habido una baja de 994 socios, pero ha habido un alta de 806 socios. ¡Y eso no se ha dicho! Por lo tanto, tenemos unos 188 socios de disminución. Eso es una manipulación clarísima de los datos. Se crea una alarma con razones maliciosas. De esas bajas, realmente por falta pago han sido unas cuatrocientas y pico pero hemos tenido cerca de 277 fallecidos. Una cincuentena de socios se han ido además fuera de la Isla. Todo está perfectamente justificado y lo que está claro es que se han manipulado los datos.

¿La solvencia del club está entonces fuera de toda duda?

Absolutamente. Hemos tenido durante estos años un cuenta de crédito con una entidad bancaria de 300.000 euros para emergencias que no se ha utilizado. En este último año, como vemos que ocasiona gastos por el tema de las comisiones la hemos rebajado a 100.000 euros.

¿Por qué quieren declarar el club de utilidad pública si es tan solvente?

Primero, porque es un honor que concede la Administración Pública a las sociedades que son solventes; y esa es la primera condición que pone para otorgarlo. Hay un segundo factor, y es que el mayor acreedor que tiene el Club es la Autoridad Portuaria; no hay que olvidarse que es propietario del 90% de las instalaciones que hay aquí. Por todo esto nos cobra una cifra importante. Este año hay presupuestados unos 350.000 euros, que siempre hemos pagado con auténtica puntualidad. Pero una modificación de la Ley de Puertos del 2010 cambio un beneficio que nosotros teníamos y que era el de una exención importante por el hecho de ser una entidad sin ánimo de lucro. Fomento modificó esa ley y añadió que se entenderá como sociedad sin ánimo de lucro la que además sea de utilidad pública. Por lo tanto, mi obligación es trabajar para que nos den ese título. Si no disfrutamos de ello significa pagar alrededor de unos 60.000 euros al año. Y, en una etapa más adelante; posiblemente, del orden de 100.000 euros más porque podía ser aplicados estos criterios a otras tasas de las que estamos disfrutando. De modo que hay que cubrirse las espaldas de antemano. Y, tercera razón, el Club ha vivido en estos últimos años con una cantidad que en el presupuesto general es modesta pero importante y que son las ayudas de los organismos públicos. Estas han desaparecido y, por tanto, hay que recurrir a la iniciativa privada.; que tampoco está en muy generosa. Si las conseguimos como sociedad sin ánimo de lucro, la iniciativa privada tiene una exención de un 35 %. A las empresas privada no hay que ofrecerles solo publicidad si no también exenciones fiscales. Si conseguimos el título probablemente sean mayores con la ley de Fundaciones que plantea el Gobierno.

Por lo que me dice, no es solo un honor tener ese título, sino un modo de obtener subvenciones privadas y seguir teniendo exenciones fiscales

Efectivamente. Hay que buscar otras vías.

¿Habían intentado anteriormente obtener dicho título?

Hace tres años lo planteamos e iniciamos el expediente pero no dio resultado. Es un proceso muy difícil y muy complejo. El Estado no concede este título con facilidad. Es fácil para entidades puramente benéficas como Cruz Roja, Cáritas. También lo tiene el Museo Canario, la Sociedad Económica de Amigos del País. Ahora lo volvemos a intentar acuciados por la amenaza de que se nos quite esa exención fiscal de la Autoridad Portuaria y la necesidad de buscar otras fuentes de financiación en la iniciativa privada.

¿El título de Real no les garantiza que se lo otorguen?

No. Si nosotros conseguimos esa titularidad lo haremos por nuestro palmares deportivo. Hemos sido útiles al país, a España. Hemos dado multitud de títulos. Además, esos títulos se han conseguido con los socios del Club pero también por personas que no lo eran. En la Isla quien quiera practicar vela no tiene nada más que venir al Club Náutico. Tenemos una escuela abierta a toda la sociedad canaria. No hemos rechazado ninguna petición. La escuela hay que pagarla, pero con unas cuotas modestísimas. Y ese es un factor que sí lo tiene en cuenta el Gobierno. Y, otra cosa, es la generosidad de la que hemos hecho gala. En estos últimos años hemos dado a Cáritas 160.000 euros. Y, otro factor, es que nuestras puertas están siempre abiertas para hacer actos caritativos a favor de la sociedad humilde de la isla. Aquí se hacen meriendas solidarias, bingos con los salones gratuitos.

¿Es difícil sostener hoy en día un Club de estas características sin subvenciones?

El Club podría vivir sin subvenciones perfectamente. Las ayudas son para que podamos dar un paso más adelante. Significa que puedan ir más deportistas nuestros a competir fuera, que puedan recibir a más gente para aprender. Podríamos seguir haciendo nuestra labor pero con menos espectacularidad.

¿Qué otras propuestas tiene?

No podemos ofrecer a nuestros socios otra cosa que lo que hemos venido ofreciendo en todos estos años: eficacia y buenos servicios, bien administrados. No quedan muchas cosas por inventar. Somos el Club con más actividades. Eso nos ha animado a seguir, aunque como es lógico en una sociedad de 7.000 personas como ésta, aunque somos 20.000 porquees una entidad familiar, hay críticas. La cifra más desfavorable que hemos tenido ha sido la de esos 180 que votaron en contra en la última Junta.