El Ramform Titan, el buscador de petróleo, mediante sondeos sísmicos, más grande y moderno del mundo visitará el puerto de La Luz y de Las Palmas el próximo 12 de octubre. El barco atracó la pasada semana en el puerto noruego de Bergen, donde se ha convertido en un auténtico espectáculo, debido a sus colosales dimensiones y la peculiar forma que le dan sus 70 metros de popa por 104 de eslora.
El buque de la compañía petrolera PGS (Petroleum Geo-Services), que ha tramitado su estancia en La luz a través de la empresa consignataria Canarship, pasará dentro de once días por La Luz para repostar antes de dirigirse al Atlántico Sur a buscar petróleo en aguas de las islas Malvinas.
El barco, construido en los astilleros de la compañía Mitsubishi en Nagasaki (Japón) fue inaugurado el pasado 26 de abril y después se dirigió al mar del Norte donde ha estado efectuando prospecciones hasta hace unos días.
Las tecnologías más modernas con las que ha sido equipado el barco de rastreo sísmico en 3D permiten al Ramform Titan obtener el mayor número de datos sísmicos de forma rápida, segura y fiable.
La compañía PGS se refiere al Titan como el "barco más seguro, potente y eficaz de todos lo tiempos". El directivo de PGS, Joh Erik Reinhardsen, destacaba la pasada semana en el periódico noruego Bergens Tidende que para construir el Titan "se ha combinado la tecnología industrial más sofisticada con los buques más potentes y eficientes".
Los barcos sísmicos se encargan de averiguar la existencia de bolsas de petróleo y gas a través de la emisión de ondas sísmicas, que indican las características geológicas del terreno investigado.
Las ondas sonoras que emiten estos barcos atraviesan las distintas placas terrestres y a través de los distintos sonidos y ecos se interpretan los datos de las formaciones geológicas.
24 carretes
El sistema sísmico que utiliza está basado en la tecnología Geo Streamer, que mejora muchísimo la calidad y la resolución de los datos que recibe.
El barco, con bandera de Bahamas, tiene capacidad para almacenar más de 6.000 toneladas de combustible, espacio suficiente para albergar una tripulación de hasta 60 personas y dos salas de máquinas.
Además de su popa (parte trasera) muy ancha en relación con su eslora, que está diseñada para permitir el acople de un mayor número de sensores, el buque se caracteriza por las 24 bobinas de cable que lleva a bordo, a las que están acoplados varios sismógrafos. Un total de 16 carretes se alinean en los extremos de la popa y los otros ocho en los costados.
La nave tiene un desplazamiento de 7.351 toneladas y 20.637 de tonelaje bruto. Es capaz de alcanzar una velocidad de 12,3 nudos y su central eléctrica suministra 18 megavatios de energía a tres hélices.
