La directiva del Real Club Náutico de Gran Canaria, que encabeza Óscar Bergasa, ha decidido aplazar la junta general extraordinaria que tenía prevista para este lunes para evitar la moción de censura que le iban a presentar un grupo de socios, disconformes con que no haya existido un debate previo a la reforma parcial estatutaria que iba a votarse ese mismo día en el Club.

La propia entidad deportiva comunicaba ayer a los socios a través de su página web que "el debate de la propuesta elaborada por la directiva para la reforma de algunos artículos de los Estatutos del Club se hará coincidir con la Junta General Económica prevista para el 27 de marzo". En el mismo comunicado se esgrimía que el aplazamiento se había acordado tras conocer que "algunos socios" no habían recibido la propuesta "enviada por correo ordinario". Un dato que han confirmado miembros del grupo en contra la nueva directiva, que apenas lleva cinco meses gestionando el Club.

La decisión, sin embargo, se ha tomado después de que el propio presidente Óscar Bergasa y varios miembros de la directiva -Sergio Armario y Rosa Díaz-Bertrana, secretario y vicepresidenta, respectivamente- se reunieran ayer tarde con Fernando Bethencourt, Adolfo López, José Luis Cárdenes y José María Cabrera, que junto a otros socios; y capitaneados por los perdedores de las pasadas elecciones - Javier Sánchez-Simón, Alberto Cabré y el mismo José Luis Cárdenes - han puesto sobre la mesa la opción de la moción de censura.

En la reunión, se le entregó a demás a Óscar Bergasa una carta, avalada por 97 "destacados socios", instándole a que reconsiderase la junta del lunes y que se abriera un debate en el Club.

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