"Aquí puede estudiar una persona que se quiere iniciar como marino o como patrón de yates, o profesionales que quieren mejorar sus capacidades". Lo apunta Ida Stier, principal impulsora del Grupo Stier, que entre sus actividades incluye las funciones propias de las agencias marítimas o los consignatarios. O la formación, a la que se dedica desde el año 1996 con un centro que instruye a sus alumnos en sus aulas de la calle Juan Rejón y en las embarcaciones que gestiona a través de convenios. Los cursos del CEMA están homologados por la Marina Mercante, en un abanico que va desde la gestión de mercancías peligrosas a la estiba o la labor de coordinación que deben implementar en su negocio los diferentes operadores portuarios.

El Grupo Stier cumple justo en 2014 veinte años de existencia, a lo largo de la cual ha adquirido un papel destacado en La Luz. Especialmente, en la gestión de siniestros o situaciones que demandan la intervención de las aseguradoras. En eso, en resolver crisis con los armadores, se ha especializado Ida Stier. La empresaria incide en la formación sobre seguridad y supervivencia que también se ofrece en el centro, y que se complementan con clases que se dan en el mar (por ejemplo, en el barrio marinero de San Cristóbal). "En estas situaciones hay que actuar rápido, sin dudas, porque no sólo están en juego la seguridad del patrón de la embarcación, sino también la de los que le rodean".

Stier reflexiona sobre cómo debe concebirse un proyecto docente como el que ha mantenido en los últimos 18 años: "Si se quiere que la formación sea verdaderamente lucrativa habría que sacrificar muchas cosas", apunta, "nosotros preferimos tener siempre a pocos alumnos, y que los conocimientos de impartan de forma adecuada, aunque perdamos dinero. Se trata de que sus capacidades estén bien adquiridas".

Filosofía formativa

Bajo esta filosofía, el CEMA ha formado a más de 2.500 alumnos durante su trayectoria. Por un lado, ha venido impartiendo conocimientos en el marco de la formación marítima profesional, la que demandan los armadores de la flota comercial para componer sus plantillas. Sus títulos están homologados por la Marina Mercante, y permiten al alumno adquirir los conocimientos para hacer carrera en el sector.

De otro lado, el centro, cuya coordinación corresponde a Alma Casimiro, se dedica igualmente a la formación profesional portuaria. Es ahí donde se incluyen contenidos sobre la gestión de mercancías (las peligrosas, incluidas) o la estiba. El CEMA, además de otros cursos impartidos online, también instruye a los futuros patrones de yates o embarcaciones deportivas, con fines de recreo o incluso comerciales, en aquellos proyectos en los que la Náutica está adquiriendo cada vez mayor importancia como modelo de negocio (en las excursiones o chárters).

El público que ha llegado hasta el CEMA todos estos años es heterogéneo, como confirma Stier. Eso, en lo que atañe a la formación marítima y portuaria. En la Náutica "nos llegan alumnos de clase media alta, pero también muchos interesados en el buceo, el deporte en el mar...." Eso sí, como mujer empresaria, la impulsora del grupo Stier conviene en que la presencia femenina en el sector sigue siendo minoritaria. Ida también se aguarda un apunte sobre el modelo formativo, al señalar que "si los cursos no hubieran estado bonificados, la respuesta del público habría sido mejor. Creo que el alumno se tiene que responsabilizar, aunque sea con un euro, de la formación a la que quiere acceder".