Los padres y madres de los 350 alumnos del nuevo CEIP Siete Palmas entregarán hoy a la Consejería de Educación las 8.000 firmas de apoyo que han recogido para que el Gobierno canario agilice la apertura del colegio, que está prevista para el próximo ocho de octubre.

Los padres volverán a concentrarse hoy delante de las dependencias de Educación, en el edificio de los antiguos juzgados de Granadera Canaria, a las nueve de la mañana. El retraso en la apertura del nuevo colegio, por el que los padres llevan esperando más de dos años, ha provocado muchísimos trastornos a los padres y alumnos, que perdieron varios días de clase, hasta que la Consejería de Educación decidió repartir a los chiquillos entre el Boliche, a los que van los de Infantil, y el Castilla, para los de Primaria.

Los padres siguen concentrándose los jueves para exigir la apertura del centro. Manoli Sánchez Suárez, con dos hijas matriculadas en el Siete Palmas, denunció ayer que la mayor, de 7 años, no ha podido acudir a clase todavía, porque el grave trastorno de vértigos que sufre le impide coger la guagua para trasladarse al Castilla. "Matriculé a mis hijas en el Siete Palmas porque está a 50 metros de mi casa. Si llego a saber que esto iba a pasar hubiera elegido otro colegio de la zona. Mi hija intentó ir los dos primeros días y no fue posible, por los vómitos que le produjo el viaje en guagua. Estoy desesperada y exijo a Educación que solucione ya el problema. Mi hija no puede seguir en casa".