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Entrevista. Investigador e historiador

José Aguiar: "El castillo de Mata evolucionó al ritmo de los avances militares"

José Aguiar, ayer en la inauguración del museo. YAIZA SOCORRO

Aclárelo, ¿Hay fantasma en el Castillo de Mata?

No lo había oído aunque sí del de La Luz, donde los vigilantes de seguridad dicen que de noche los grifos se abren y se oyen ruidos. Pero creo que tiene que ver más con la sugestión que provoca trabajar solo, de noche, en un sitio impresionante como éste, donde ha habido muertes. Pero no hay referencias históricas al respecto.

¿Qué secretos guarda Mata?

Con la rehabilitación hemos aprendido una cosa muy importante, que aquí dábamos por hecho, y es que no podemos dar un edificio por destruido o perdido hasta que no hay un vaciado. La sorpresa la tuvimos con el castillo de La Luz a finales de los 90, cuando se descubrió la torre de Alonso Fajardo, que estaba entera. Lo hemos vuelta a ver en el baluarte de Mata. Su vaciado ha permitido sacar el cubo artillero desde donde se defendió a la ciudad del ataque de Van Der Does.

Lo que se llama el Cubelo.

Sí, cubelo o cubo artillero, una de las piezas arqueológicas más importantes que se han rescatado. En el interior del museo podemos ver esa torre, que está compartimentada y que tiene una forma troncocónica, más ancha en la base y que se estrecha hacia arriba. Aunque la primera fortaleza que se construye en la ciudad es el castillo de La Luz, donde Juan Rejón desembarcó; de ahí que se hable de la ermita de La Luz, el cubelo de Mata junto a la fortaleza de Santa Ana, ya desaparecida, y la de San Francisco forman con la muralla la primera defensa norte de la ciudad del siglo XVI, que ni siquiera llegaba a lo que hoy es Bravo Murillo y que era una línea perfecta. De ahí el interés del castillo de Mata. Para hacer esta cadena de fortificaciones, que en el Sur se concretaba también con otra muralla y el castillo de San Pedro Mártir y el de San Cristóbal, hubo incluso varios proyectos.

¿Tienen alguna relación todas estas fortalezas?

El que tiene más interés desde el punto de vista arquitectónico es Mata porque va evolucionando como defensa en función de los avances militares. El castillo de La Luz también lo hace, pero a destiempo. Cuando se construyó la fortaleza medieval, ésta ya no se usaba, y cuando se hacían arreglos no servían desde el punto de vista militar. Mata es muy interesante en este aspecto. Primero la torre con la que se defendió a la ciudad de Van Der Does, luego la Casa Mata, que era lo último en artillería militar y cuya cúpula enorme se puede ver desde Bravo Murillo. Quien lo planificó estaba al tanto de los últimos avances.

¿Por qué ha estado escondido este patrimonio?

Según las crónicas, el cubelo de San Francisco, aunque tiene muchos nombres, quedó muy destruido por el asedio de Van Der Does a la ciudad durante dos días. Por esa razón se pensó que había sido destruido tras las obras posteriores que sufrió el edificio. El tercio superior falta pero hemos examinado el resto del perímetro y no tenemos impacto de artillería ni de derrumbe por lo que deducimos que antes de que se hiciera el baluarte, el cubelo se restauró.

Ha estado, además, en segundo plano frente al de La Luz, ¿por qué?

La Luz fue el primero, el origen de la ciudad. De ahí que fuera el buque insignia. Está además muy relacionado con el Puerto, era un puesto de vigilancia porque por La Luz entraba toda la mercancía y los ataques piratas. Aunque en los dos que sufrió la ciudad -Drake y Van Der Does- tuvo un papel controvertido. El peso lo tuvieron el castillo de Mata y Santa Ana.

¿Queda mucho por descubrir de su historia?

Muchísimas cosas. Nuestro callejero hace referencia a muchos de los héroes de Mata como Alvarado, Venegas, Pamochamoso, pero hay poca información sobre la fortaleza. Éste es uno de los futuros proyectos de este museo.

Ha habido muchas críticas con respecto a la rehabilitación que se ha hecho, ¿qué tiene que decir?

Eso es uno de los aspectos que trataremos de explicar en las visitas, además del papel que ha jugo a lo largo de la historia. El castillo de Mata nunca fue en realidad un castillo. En el siglo XX se encajó en un rectángulo, se construyeron las almenas, y, posteriormente, se adecua como cuartel y oficinas del Ejército. Fue el destrozo más grande que se hizo sobre el edificio original y esa imagen quedó en el imaginario colectivo.

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