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Ramón Echarren, obra y aniversario

Fue obispo de la Diócesis de Canarias entre 1978 y 2005, cuando solicitó su relevo al cumplir 75 años

Ramón Echarren, obra y aniversario

Se cumple hoy el primer aniversario del fallecimiento del que fuera Obispo de Canarias, Monseñor Ramón Echarren, un hombre que vivió y murió pobre, según el testimonio de los que le conocimos y de las personas que le trataron hasta el ultimo momento. En este primer año de su ausencia ente nosotros, queremos tener un recuerdo que sirva de reconocimiento para lo que significó para los más desfavorecidos, es decir para los más pobres de la sociedad. Una pasión que le llevó a tener un discurso franco y clarividente, incluso con duras críticas hacia las desigualdades sociales. Ya pudimos comprobar su inquietud por la realidad social tras la elaboración del Estudio Socio Pastoral en el que dejó de manifiesto una constatación de la realidad social del Archipiélago. No en balde fue además de un gran teólogo y un mejor sacerdote, un extraordinario sociólogo siendo un destacado ideólogo de la Iglesia española, sobre todo en la transición democrática. Para nosotros fue un gran Obispo y un servidor de todos. Su legado como titular de la Diócesis Canariense sin duda alguna fue la convocatoria y desarrollo del IX Sínodo Diocesano que tuvo lugar entre el 1 de mayo y el 8 de diciembre de 1992. En realidad, el Sínodo fue el auténtico encuentro del Obispo Echarren con todo el pueblo de su Diócesis ya que en él estuvieron representados todos los sectores diocesanos como sacerdotes, religiosos, seglares, movimientos, asociaciones, delegaciones y gente diversa de la sociedad isleña, incluyendo a personas designadas personalmente por él.

El trabajo sinodal fue enorme y profundo. Ramón Echarren llegó a decir de aquel Sínodo que sus conclusiones fueron "el camino ilusionado hacia la madurez evangélica que el Señor quiere para su Iglesia canaria". Las Constituciones Sinodales y las conclusiones del Sínodo fueron también fruto de un "tiempo fuerte" del trabajo corresponsable gracias a la generosidad del equipo promotor de este acontecimiento diocesano que, rebasados los 23 años de su celebración, aún está "fresco". Lo importante, a nuestro juicio, es la aplicación total e íntegra de sus constituciones, si bien es verdad que algunas de ellas deberán ser adaptadas a las circunstancias de estos tiempos del Siglo XXI. Ramón Echarren se mostró siempre inquieto por la formación de los distintos sectores de la Iglesia canaria. Tanto de los ya sacerdotes como de los seminaristas, religiosos/as y seglares en general. D. Elías Yanes, Arzobispo emérito de Zaragoza, destacaba en su amigo Ramón su preparación intelectual, sobre todo en sociología: "Puso todo su saber al servicio del Ministerio Episcopal, tanto en el ejercicio de su tarea en la Diócesis como en la Conferencia Episcopal, de modo que tuvo un gran historial al servicio a la Iglesia".

Su preocupación por la necesaria formación de los seglares le llevó a aplaudir distintas iniciativas que quedarían plasmadas en las Constituciones del Sínodo, como la Escuela de Formación Social o la Escuela del Laicado que tras los trabajos sinodales fueron tomando cuerpo y concreción. Para ello consideraba oportuno potenciar y revitalizar los diversos "cauces de formación" que la Diócesis de Canarias tenía en aquellos momentos. El IX Sínodo Diocesano -insistimos, su gran obra como Obispo de Canarias- entendió que los objetivos de esta formación deberían centrarse en el "descubrimiento progresivo del auténtico significado de la fe cristiana" y "en la adquisición de unos criterios claves de análisis de la realidad" que tuvieran en cuenta la enorme complejidad de la situación social, política y económica. Efectivamente, el Sínodo en sus Constituciones número 078 y 232 preveían la creación en la Diócesis de una Escuela de Formación Social dependiente del entonces Centro Teológico y de Cáritas Diocesana: "Se creará una Escuela de Formación Social a nivel diocesano y Centros de Formación en los arciprestazgos" (Constituciones Sinodales, 232).

Poco después se pondría en marcha en las dependencias de la Casa de la Iglesia, en la calle López Botas, 8, del barrio de Vegueta de Las Palmas de Gran Canaria, lo que conocemos hoy como Escuela de Formación Socio Política y Fe Cristiana de la que en la actualidad es su director Policarpo Delgado Perdomo, Delegado Diocesano de Apostolado Seglar y titular de la Parroquia de Nuestra Señora de la Vega. Tras varios años de funcionamiento, esta Escuela de Formación Socio Política de la que Monseñor Echarren fue su inspirador e impulsor se halla en una fase de madurez, encuadrando sus actividades bajo el paraguas del hoy Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (Istic), cuya sección en Gran Canaria está dirigida por el sacerdote Cristóbal Déniz Hernández, entusiasta colaborador de la Escuela como ponente en temas de su especialidad.

La Escuela de Formación Socio Política multiplica sus esfuerzos por abrirse a la sociedad diocesana, creyente o no. Actualmente la Escuela tiene ya tres secciones: la sección matriz o sede principal en la Casa de la Iglesia, en Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria; en la ciudad de Gáldar que cubre la comarca norte de Gran Canaria, y la tercera sección en la Villa de Teguise que atiende la formación de las personas interesadas de la isla de Lanzarote. Entendemos que la Escuela de Formación Socio Política y Fe Cristiana, dependiente del Istic, se vería rematada en su proyecto inicial con la creación de una nueva sección en la isla de Fuerteventura. Sabemos de las inquietudes en este sentido del actual Presidente del Cabildo majorero, Marcial Morales, un político cristiano con un compromiso político definido con la sociedad canaria.

No cabe duda que la Escuela de Formación Socio Política y Fe Cristiana se ha ido consolidando con el transcurrir de los años, habiéndose ganado un merecido prestigio de seriedad y altura académica entre los profesionales canarios y expertos, creyentes o no, insistimos, de las dos universidades Canarias -Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna- incrementándose la nómina de colaboradores de acuerdo a un programa de ponencias que cada año elabora una Coordinadora, encabezada por el líder social Pepe Suárez, de acuerdo siempre a los principios fundacionales como son el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) y el debate en torno a los problemas sociales de las Islas. Intelectuales como Antonio González Viéitez, Eligio Hernández Gutiérrez o políticos nacionales como José Bono o Jaime Mayor Oreja e isleños como Marcial Morales o Carolina Darias han participado en distintos debates organizados en ocasiones con la colaboración con el Aula Manuel Alemán y el Centro Loyola. Han intervenido además profesionales de la sanidad canaria, el turismo, sindicalismo, Cáritas Diocesana, etc., sin olvidarnos de responsables de instituciones autonómicas como el Consejo Económico y Social (CES) o miembros del Gobierno canario.

Por todo lo dicho anteriormente ponemos en la consideración de los responsables del Istic y por supuesto de nuestro Obispo de Canarias, D. Francisco Cases, que la Escuela Diocesana de Formación Socio Política lleve el nombre de D. Ramón Echarren en reconocimiento a su gran labor cerca de los más desfavorecidos y por su valentía profética al denunciar las desigualdades sociales del momento en que le tocó vivir. Además por ser uno de los impulsores de la actual Escuela de Formación Social. Con ello le rendiríamos el mejor homenaje a una persona que levantó su voz en defensa de los pobres y contra las injusticias de una sociedad poco sensible.

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