El Muelle Deportivo finalmente no cerrará durante la madrugadas de los fines de semana y festivos. Así lo anunciaron ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, el alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo, y la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, quienes mantuvieron una reunión para garantizar un aumento de la seguridad en la zona. Así se evitarán los problemas que motivaron la decisión del Puerto, que decretó el cierre de la dársena durante las horas más problemáticas debido al aumento de agresiones, robos y ruidos, provocado en parte por el botellón, que se produjo durante los últimos meses.

Ibarra, Hidalgo y Bento celebraron un encuentro durante poco más de media hora tras el que presidente del Puerto optó por dar marcha atrás a la medida, que estaba previsto que entrara en vigor el 1 de septiembre. "La Delegación del Gobierno nos informa de que en tema de seguridad van a reforzar el dispositivo y la Autoridad Portuaria entiende que no va a haber ningún problema en retomar la situación inicial", indicó el dirigente portuario, que adelantó que durante la próxima semana se va a proceder a dejar sin efecto la instrucción, firmada por el director de La Luz, que determina la clausura del Muelle Deportivo.

La representante del Ejecutivo estatal en las Islas incidió en que el refuerzo de la seguridad "está garantizado". "No sólo a través de la Guardia Civil, que es la competente del lugar, sino también a través de la Policía Nacional", agregó. Bento aseguró que no existirán problemas entre los diferentes cuerpos por el hecho de que la Policía Nacional actúe en un espacio que es competencia del Instituto Armado, ya que en anteriores ocasiones han trabajado en este espacio de manera coordinada. "Que actúe [la Policía Nacional] es normal", zanjó.

Asimismo, afirmó que "durante los últimos meses las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han estado mucho más atento" en la zona, con un aumento en la presencia de agentes los fines de semana. Además, han estado "colaborando también con el res-ponsable del local". Esto ha propiciado que la situación "haya mejorado", refiriéndose a los problemas en el lugar.

Las mejoras en materia de seguridad también se verán reflejadas en el interior de la terraza Sotavento, adonde acuden los clientes que han provocado las incidencias. Bento afirmó que durante los últimos días también se ha reunido con el concesionario del local. "Hemos hablado con muchísima claridad y hemos exigido que se refuerce la seguridad privada; y es lo que va a hacer", explicó. Ya el pasado lunes, el responsable del negocio, Antonio Márquez, adelantó que se iba a poner a disposición de la Autoridad Portuaria para tomar todas las medidas oportunas con el objetivo de evitar los incidentes que, reconoció, se habían producido durante los últimos meses.

Por su parte, Augusto Hidalgo resaltó que la Policía Local continuará aplicando controles para que el local cumpla las ordenanzas municipales en materia de aforo y ruido. En este sentido, afirmó que se tomarán registros del volumen de la música "si hay requerimiento pero también de oficio, para que no se moleste a la ciudadanía y se controlen los decibelios que están permitidos por parte de ordenanza". Sobre la denuncia interpuesta por el empresario de ocio nocturno José Juan Castellano, que asegura que la terraza-bar Sotavento realiza la actividad con una autorización irregular, el alcalde apuntó que "la licencia es del año 2006", por lo que "está en vigor".

Todos los agentes implicados en la reunión celebrada ayer se mostraron conformes con el resultado de la misma. Ibarra aseguró estar "satisfecho" porque "hemos aprovechado para sentar las bases en el futuro" para que el Muelle Deportivo sea una zona segura durante las madrugadas de los fines de semana y los días festivos. "Estamos en el camino de buscar el entendimiento entre todas las administraciones y creo que hoy se ha dado un paso adelante", señaló. Para la delegada del Gobierno, la revocación de la medida se toma porque "es lo que nos interesa a todos" para demostrar que la ciudad es "un destino seguro, un valor que tenemos que vender".