Juan Domingo Hernández Monzón, gerente de la agencia afecta de Seguros Santa Lucía Seguros y del Tanatorio San Miguel, falleció durante la madrugada del domingo a la edad de 70 años en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Nacido en 1945 y vecino de Telde, sus amigos lo describen como una persona hecha a sí misma. Juan Domingo Hernández Monzón empezó su vida laboral a la edad de 14 años. Su primer trabajo lo encontró en los Almacenes Cardona, que se encontraban en la calle Triana. Pocos años después empezó a trabajar en el negocio funerario en el que desarrolló toda su carrera profesional, a través del grupo Santa Lucía, y en la que llegó a ser gerente de la agencia afecta de Seguros Santa Lucía Seguros y presidente de honor de la Asociación de Empresarios de Servicios Funerarios (Asfucan).

El empresario grancanario Germán Suárez se despidió ayer del que fuera uno de sus amigos más cercanos. "Juan Domingo fue una gran persona, un padre de familia y un caballero honesto", explicó, antes de destacar la virtud que poseía a la hora de procurar felicidad a las amigos y familiares que le acompañaron.

"Yo lo conocí cuando ambos éramos muy jóvenes, con 13 o 14 años, y hemos compartido muchas cosas a largo de la vida, por lo que siento esta pérdida como si fuera la de un hermano", señaló el propietario de Astican. "Ha sido una perdida muy fuerte para la familia y sus amigos", añadió el empresario.

Juan Domingo Hernández Monzón falleció después de que hace tras meses los médicos le detectaran varios tumores en el cerebro. Estos se encontraban ya en un estado avanzado, en un grado cuatro, y pese a los intentos de los médicos, falleció víctima de esta enfermedad.

Juan Domingo Hernández deja una mujer -Laura Ramos Déniz- y dos hijos, María y Raúl Hernández Ramos, además de cuatro hermanos: María Isabel, Lourdes, María Jesús y Pedro Luis Hernández Monzón.

La capilla ardiente se encuentra en la sala suite del tanatorio San Miguel. Ayer, multitud de personas se acercaron hasta el lugar que Juan Domingo Hernández Monzón inauguró y dirigió para rendirle un último adiós.

Las muestras de afecto hacia su familia fueron numerosas. Sus allegados le describieron como una persona de gran profesionalidad y como un hombre afable que deja un legado a imitar por sus virtudes humanas. Además, le describen como una referencia en el sector de los servicios funerarios. Sus restos mortales serán incinerados mañana a las 13 horas. La Basílica Menor de San Juan acogerá este miércoles una misa funeral en su recuerdo a las 19.30 horas. Además de ser vecino de Telde, se trataba de una persona especialmente querida en el municipio.