¿Cómo surge esta idea de hacer un recorrido por la memoria hindú de la ciudad?
Este paseo intenta ser una pequeña aportación de carácter testimonial a invitación del director del proyecto de recorridos urbanos, Mariano de Santa Ana y a su idea de desentrañar la ciudad a través distintas miradas que contribuyan a explicarnos quiénes somos y disfrutar de nuestras calles. El Centro de Arte La Regenta y su director, Alejandro Vitaubet, hacen posible este ejercicio. Es una forma que posibilita visualizar el tejido humano de una ciudad que sepa vivir mejor consigo misma, con sus diferencias o no reza igual. Mi propio nombre explicaría por sí mismo la intención de este recorrido- encuentro. Hija de un hindú y de una canaria, este mestizaje me ha acompañado siempre en mi visión de la ciudad. Este recorrido pretende ser el encuentro de mis propios vínculos, así como dar lugar al intercambio con todos los asistentes.
¿Cuáles serán las paradas?
El recorrido comienza en el exterior del Castillo de La Luz, como punto de encuentro para visitar algunos lugares que forman parte de la vida cotidiana de la numerosa población de origen indio de Las Palmas. Primero iremos al templo Geeta Ashram, en la calle Juan Rejón. Seguiremos por la calle de La Naval, donde aún quedan tiendas de hindúes, vestigio de un pasado esplendoroso ahora desvirtuado por los cambios fiscales acaecidos en las Islas y la llegada de comerciantes de otras etnias. Allí nos detendremos en el establecimiento Ishwar Electronic. Para terminar iremos a la tienda Minimercado Godhwani, en la calle Sagasta.
Su padre también tuvo un comercio en la ciudad. ¿Cuándo y desde dónde llegó él?
Mi padre, que ya falleció, tuvo un comercio hace muchos años. Él llego en los años 50, desde Hyderabad Sind, que hoy pertenece a Pakistán, y vino como consecuencia de una diáspora comercial y religiosa.
Otros muchos compatriotas también llegaron a la capital grancanaria. ¿Por qué eligieron venir aquí?, ¿se repartieron por otros municipios?
Muchos como él persiguieron un sueño y realizaron la aventura de cruzar fronteras. En un principio, eligieron las Islas para asentarse en las dos capitales canarias.
¿Qué tipo de comercios tenían?, ¿cómo repercutieron en la economía de la Isla?
Como decía, eligieron a las islas atraídos por las bonanzas fiscales de los puertos francos. Ellos fueron artífices de un comercio sustentado en las escalas que hacían los barcos en sus rutas entre continentes. La zona portuaria, las calles Juan Rejón, Alvareda, Sagasta y muchas otras adyacentes; así como el parque de Santa Catalina y, en el otro extremo, la calle Triana se convierten en una floreciente zona comercial. Al igual que en las principales calles de la capital tinerfeña, alrededor de la calle Castillo, la plaza de la Candelaria y aledaños. Muchos comerciantes indios empezaron a especializarse en productos de electrónica, gafas, cámaras fotográficas, etcétera. Esto llegó a formar parte de la propia idiosincrasia del comercio en Canarias, siendo uno de los alicientes para el turismo, tanto nacional como internacional
¿Cuántos de estos comercios sobreviven ahora en la ciudad?
La realidad es que actualmente sobreviven muchos menos que en esa época dorada. Después de los años 80, tras la entrada en la Unión Europea, los puertos francos se fueron eliminando.
¿Cuál es la situación actual de la comunidad indostánica?
Los sindis son una comunidad que ha permanecido cohesionada en torno al idioma, la religiosidad, la vida familiar, las celebraciones, la comensalía. También en torno a la endogamia matrimonial, que en la actualidad se articula a través del encuentro de posibles esposos o esposas en estas celebraciones o también a través de páginas web, debido a la misma dispersión de esta diáspora. Y aunque han permanecido fieles a su tradición de pequeños negocios, estos se han ido modificando según las variaciones económicas que ha sufrido el país y las oscilaciones del turismo, diversificando su oferta de negocio y también con desplazamientos más recientes a otros municipios de la Isla, variando el tipo de productos que ofrecen. También las generaciones más jóvenes se han profesionalizado y están totalmente integrados en la vida de la ciudad y otros muchos se han marchado fuera, a ciudades como Málaga y al extranjero, porque la Isla ya no ofrece las condiciones de antaño. Por supuesto hay personas que luego no se rigen por nada de esto y que son individualidades que se salen de los sistemas habituales y cogen su propia deriva, sin responder a las generalizaciones.
