El alcalde Augusto Hidalgo sostuvo el pasado jueves que los auditores de KPMG consideran que el Ayuntamiento tiene que pagar a Emalsa, los 15 millones que le adeuda, a razón de cinco millones por año, por el servicio de saneamiento desde 2013. El que fuera interventor de Emalsa y jefe de la Unidad Técnica del Agua, Rafael Bolívar, devolvió las facturas porque Emalsa no acreditaba haber realizado los servicios que quería cobrar. Hidalgo aseguró que los dos informes realizados por Análisis Ingenieros establecían que el Ayuntamiento debe pagar, pero lo cierto es que en su primer estudio la empresa señala que Emalsa sólo justificó un 10% de las facturas presentadas en 2013. La segunda asistencia de Análisis Ingenieros, que fue encargada por el entonces edil de Aguas, Martín Muñoz, pidió un informe sobre los medios empleados para realizar el servicio de saneamiento, un estudio que según Bolívar tampoco acredita que los servicios fueran prestados. Se encargó entonces a KPMG un informe jurídico, rechazado también por el interventor, por su ambigüedad y porque no respondía a lo que se le había solicitado. Teresa García