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Fiscalidad Los efectos de la subida del valor catastral

El 'catastrazo' repercute en la factura fiscal de más de 130.000 contribuyentes

El aumento del valor castastral solicitado por el alcalde afecta a siete impuestos

La subida de un 10% del valor catastral que aplicará el Gobierno tripartito a un total de 253.523 inmuebles y solares de la capital grancanaria elevará la factura fiscal de miles ciudadanos porque afectará al pago en cascada de siete impuestos. Los tributos en los que tendrá impacto el catastrazo son el Impuesto sobre la Renta de Bienes Inmueble (IRPF) y la Plusvalía, y, en menor medida, los impuestos de Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y Sucesiones y Donaciones. Las repercusiones del IRPF y el impuesto sobre el Patrimonio sólo afectaría a las segundas o terceras residencias y a las propietarios de inmuebles por un valor superior a los 700.000 euros. También afectará al Impuesto de Sociedades y al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) desde el momento en que se produzca una subida del tipo de gravamen, algo que no está previsto en 2016, porque bajará. Los 131.825 ciudadanos que tienen que pagar el IBI en la capital se verán afectados en un momento u otro por el impacto de la subida del valor catastral a la hora de pagar la factura de los otros tributos.

La factura fiscal del catastrazo afectará a los pisos, comercios, garajes, solares y al suelo rústico, industrial y portuario. El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) ha expresado su rechazo a la medida, que considera meramente recaudatoria, porque "eleva la factura fiscal para el contribuyente". El economista y asesor fiscal, Orlando Luján, por su parte, apuesta por una revisión en profundidad del valor catastral que lo ajuste a la realidad y que traería consigo la bajada del mismo en barrios periféricos, como Jinámar, y una subida más acorde con el valor de los inmuebles de las zonas de alto standing, como Triana o Mesa y López.

El impacto de la subida catastral no afecta al IRPF, cuando la vivienda es habitual. Sólo impacta a partir de la segunda y sucesivas viviendas, -o de la primera en el caso de que no se viva en ella-, que tributan el 1,1% de su valor catastral que, a efectos fiscales, se considera un ingreso. Si el valor catastral sube un 10%, repercutirá de manera automática en el IRPF.

La aplicación del Impuesto sobre el Patrimonio también tiene en cuenta el valor catastral de los inmuebles pero, según explica Orlando Luján, por este tributo sólo tienen obligación de tributar aquellos propietarios de un patrimonio superior a 700.000 euros. La subida del valor catastral hará que los dueños de varios inmuebles superen el mínimo exento, fijado en 700.000 euros, y que paguen más al fisco.

El cuarto tributo sobre el que repercutirá directamente el catastrazo es el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, popularmente conocido como la Plusvalía municipal. Todas aquellas personas que vendan fincas a partir del próximo año, tendrán que pagar más al Ayuntamiento por la plusvalía, un impuesto que grava la subida del valor catastral que ha registrado el inmueble desde que fue comprado hasta su venta. La recaudación por este impuesto se disparó durante los años del boom inmobiliario. Finalmente, la subida del coeficiente catastral afecta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y también al de Sucesiones, pero según Orlando Luján, la repercusión en este último caso es muy pequeña.

El sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) ve la subida del valor catastral que se va a producir el próximo año en la capital grancanaria y en muchos otros municipios de España, como una estrategia para "aumentar la recaudación. "Estamos de acuerdo con que se ajuste al valor real del mercado, pero al fin y al cabo es una estrategia para aumentar la recaudación. "Si el valor catastral sube, la factura fiscal se eleva de facto para el contribuyente", señalan los expertos, en relación a los efectos en cascada sobre otros tributos, en ciudades como Las Palmas de Gran Canaria, en las que el catastrazo se neutralizará con una bajada en el mismo porcentaje (un 10%) del tipo de gravamen del IBI.

Revisión

El economista Orlando Luján, por el contrario, está de acuerdo en que la ponencia catastral se ajuste al valor que las casas tienen en el mercado, sobre todo en ciudades como Las Palmas de Gran Canaria en las que éste no se modifica desde 1996, pero considera que la actualización que plantea el Ayuntamiento se queda corta. Luján apuesta por una revisión catastral más amplia que ajuste el valor catastral "lo más posible" a la realidad de cada barrio de la ciudad. Esta revisión permitiría, bajar el valor catastral en barrios periféricos como podría ser Jinámar, y elevarlo en aquellos barrios de alto standing, como Mesa y López o Triana, por poner un ejemplo. "La ley establece el límite del valor catastral, que no puede exceder el 50% del valor de mercado", aclaró el economista, quien consideró que luego el Ayuntamiento tiene potestad para plantear bonificaciones o excepciones en el cobro del IBI, a aquellos grupos sociales, sectores o actividades que considere. En cualquier caso, indicó que cualquier medida de este tipo "siempre es buena, porque los valores que hay ahora no tienen nada que ver con la realidad".

Los valores catastrales de Las Palmas de Gran Canaria representan el 30% del valor de mercado. El asesor fiscal considera muy difícil que estos bajen en la capital grancanaria, pero el pinchazo inmobiliario que se ha producido tras la crisis, ha dejado por los suelos los precios de las viviendas en algunos barrios periféricos y, en ese caso, se podría dar el caso de un descenso.

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