El propietario del barco coreano Poong Lim 11, Ezequiel Rodríguez, descartó ayer que el vertido de fuel sufrido por la playa de Alcaravaneras proceda de su embarcación, que se hundió en el muelle de Cory del Puerto de la Luz y de Las Palmas el miércoles de la semana pasada. Justo un día después del hundimiento, una mancha de fuel contaminó la playa capitalina y la Autoridad Portuaria achacó su procedencia al barco siniestrado.
Rodríguez, quien también es el dueño de la empresa Chárter Marítimo Archipiélago Canario, que se encarga del mantenimiento de los barcos abandonados para desguace en el Puerto, habló ayer por primera vez sobre el vertido con los medios informativos y contradijo la versión dada por el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra. En una entrevista en el programa La mañana en Canarias, conducido por Mayer Trujillo en la emisora de radio Cope, el empresario puso en duda que el combustible que ha contaminado la playa saliera de su embarcación, afirmaciones que corroboró a este periódico.
Según Ezequiel Rodríguez, los tanques de su barco estaban vacíos y solo contenían el combustible residual que siempre queda en todas las embarcaciones de desguace. Tras indicar que sus afirmaciones sobre el estado de los tanques del Poong Lim 11 son fácilmente comprobables, cifró los restos de fuel en una cantidad entre los cuatro y los seis metros cúbicos. Este volumen, consideró, es "incapaz" de provocar un vertido de las dimensiones del que ha afectado a la playa de Alcaravaneras y obligado a cerrarla al baño durante seis días mientras se realizaban la descontaminación. Tres toneladas de arena han tenido que ser retiradas de la playa.
A pesar de considerar que su barco no es responsable del vertido, el empresario destacó que su actitud desde el primer momento ha sido de "total colaboración para controlar la contaminación que siempre provoca el hundimiento de un barco". Así, explicó que su empresa "ha estado trabajando con buzos en el sellado de las pérdidas oleosas". En la misma línea, comentó que puso a disposición de la Autoridad Portuaria su póliza de seguros.
Sin embargo, se mostró convencido de que el tiempo le dará la razón y reforzó su teoría de la imposibilidad de que su barco sea la causa de la contaminación en las condiciones meteorológicas de la última semana. "Con viento sur, como el que ha habido estos días, es imposible que la contaminación vaya contracorriente hacia Las Alcaravaneras y, por tanto, provenga del muelle Cory", planteó. Añadió que, además, ha visto "un informe de un técnico de Cepsa que corrobora que el vertido tiene que provenir del sur, es decir, de fuera del Puerto".
En cuanto a las causas del hundimiento del barco, de unos 40 metros de eslora, el empresario portuario aseguró desconocerlas, si bien rechazó que se deba a una negligencia por parte de su empresa en la custodia de los barcos que tiene a su cargo y apuntó que puede haberse debido al "robo de piezas". En este sentido, reveló que constantemente entran y salen del Puerto ladrones que roban cobre y piezas fundamentales para que los barcos floten.
Sobre los robos, añadió que ha puesto multitud de denuncias al respecto, ya que su competencia es "la vigilancia del hundimiento de barcos, pero no la vigilancia del Puerto para controlar a los ladrones". A su vez, reivindicó la imagen de su empresa, a la que pertenecen dos de los trabajadores que el año pasado fueron premiados por la Autoridad Portuaria por su profesionalidad en la gestión del incendio del barco ruso Oleg Naydenov, ya que consiguieron evitar que se hundiera en el recinto portuario.
