El joven Kilian J. B.O, que se enfrenta a 63 años de cárcel por haber sido acusado de 40 delitos de exhibicionismo, abuso sexual y corrupción de menores a una veintena de adolescentes cuando era entrenador de fútbol en la categoría de alevín del San Juan durante 2013 y 2014, reconoció ayer durante su declaración en el primer día de juicio del caso, que se había masturbado junto a uno de los chicos en su casa "tras ver a una piba que subía por la calle", pero que en ningún momento hubo tocamientos entre ellos.

El acusado -que se derrumbó solo en el juicio cuando recordó los interrogatorios policiales- negó las acusaciones y que hubiera enviado vídeos con contenido sexual a los menores o comprado regalos, tal y como declararon las víctimas en la instrucción policial.

Los seis testigos reconocieron que hubo proposiciones para que se masturbaran juntos o algún tocamiento con la ropa puesta como "broma" sobre el tamaño del miembro viril o como colegas. Solo uno de los testigos -el primero- reconoció que se masturbó junto al acusado en los baños de un cine de la ciudad, tras la propuesta, pero que no hubo ni coacción ni tocamientos.

Su defensa niega la acusación y basa su defensa en que era un joven inmaduro que actuaba con los menores como "un amigo". El juicio continúa hoy.

El inculpado, que tiene 22 años, se encuentra desde hace año y medio en prisión provisional desde que una madre denunciara los hechos, aunque no hay acusación particular contra él. Ayer atribuyó las acusaciones en su contra a que los menores "se encubrían a sí mismos" en este tipo de prácticas.

Los hechos se remontan a 2013 y 2014 cuando Kilian era entrenador de fútbol del San Juan y participaba los domingos en actividades deportivas en el colegio de San Juan Bosco, aunque algunos de los menores, que entonces tenían entre 10 y 15 años, los conocía también de su barrio de la Vega de San José y del instituto del mismo nombre, donde estudiaba Bachillerato.

Tras el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Las Palmas y en el que algunas de las víctimas se desdijeron de su declaración en comisaría, la abogada de Kilian, Gema Ciro Fernández, denunció cómo se tomó declaración al joven, sin abogado y confundiéndole. "Pediremos la nulidad del informe policial", dijo la letrada, que aseguró que Kilian está "hundido" por las acusaciones. En su opinión, el acusado era un "joven inmaduro" que actuaba con los menores "más como un amigo que como un entrenador". En esta línea basó su defensa y así lo reconocieron algunos de los seis testigos que declararon por la mañana en otra sala distinta a la de Klian por tratarse de menores.

Durante el juicio también declaró la madre de unas de las víctimas que entonces entrenaba con el acusado, tras cuya denuncia comenzaron las diligencias del caso.

La mujer explicó que le llegaban "rumores" sobre el joven y que "había sospechas impresionantes" porque "siempre estaba rodeado de niños", pero que la gota que colmo el vaso fue que su hijo le comentara que Kilian le iba a regalar "un móvil de alta gama".

La madre reconoció haber llamado un sábado al joven para saber qué intenciones tenía con su hijo, y que éste le pidió perdón. Además, contó que comunicó al siguiente lunes al presidente del equipo de fútbol San Juan los hechos. "El presidente me dijo que ese día se despidió y que le recomendó que borrará todo lo que tenía en el móvil, que no sabía lo que pasaba", añadió.

Durante el juicio explicó que intentó averiguar si el acusado había abusado de su hijo y sacarle información de cómo se comportaba con los chicos. El modo de hacerlo fue jugando con él, en vez de preguntárselo abiertamente. "Cuando intenté tocarle los genitales, me dijo: mira, igual que Kilian".