La Audiencia de Las Palmas impuso ayer penas de hasta seis años de cárcel a los cabecillas de una banda familiar que trapicheaba con un militar de la Base Naval.

La mayoría de los condenados tiene relación de parentesco y uno de ellos, Manuel Armando García Vigueras, es militar de profesión. La investigación, desde principios de 2013, se centró en García, conocido como Lolo o Manolín, que llevó a la Policía Nacional hasta los proveedores. Debe cumplir tres años y medio de prisión y pagar de 2.500 euros de multa. El principal distribuidor del hachís y la cocaína era Acoidán Valentín Duques Vega, el Pei, que ha sido condenado a tres años y tres meses por un delito contra la salud pública, así como a otros tres años de cárcel por blanqueo de capitales y multa de 570.000 euros. Por encima estaba su tío, Miguel Vega Ortega, que deberá cumplir tres meses más de prisión y pagar una multa similar. Otro tío, Ángel Vega Ortega, y la madre de Acoidán, María luz Vega Ortega, han aceptado penas y multas similares.

El resto de los condenados son Daniel Jesús García Mateos, tres y cinco meses de prisión; Mónica Davinia Marrero Déniz, un año y medio de prisión; Sara del Carmen Vega Betancor, nueves meses de prisión; Rita del Carmen García, un año, y Brenda del Carmen Hernández, otro año.

Mónica Davinia Marrero era la propietaria de una peluquería de Schamann en la que se guardaba la droga. La policía encontró 90 gramos de coca, una pesa y bolsas para su distribución. Entonces era la novia de Miguel Armando, el militar, con el que finalmente contrajo matrimonio. Además de pequeñas cantidades de cocaína, coches, móviles y un barco, los agentes se hicieron con 331 kilos de hachís. La fiscal Rut Díaz pedía penas de 12 años por la droga y el lavado de dinero, pero rebajó sus peticiones ante el reconocimiento de los hechos de los 10 acusados.