Los técnicos de la Concejalía de Urbanismo han iniciado el proceso para revisar la protección de los 104 inmuebles catalogados de Ciudad Jardín. Los técnicos municipales han empezado ya a enviar cartas a los propietarios de los inmuebles protegidos para inspeccionar las viviendas, en su mayoría chalets, y ver si su estado actual se ajusta a la protección que se le dio en su día en el Plan General de Ordenación (PGO). La actuación en las viviendas de Ciudad Jardín forma parte de la revisión de todos los inmuebles protegidos del municipio, que están fuera de los planes especiales de protección de Vegueta y Triana y Perojo. Se trata de la elaboración de un nuevo catálogo general del patrimonio arquitectónico y municipal, que se encargará de realizar la empresa pública Geursa.
El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, explica que los técnicos desconocen por ahora si se rebajará o no la protección de los inmuebles. Una vez que se inspecciones las viviendas, aclara, se evaluará si tiene sentido mantener o no el mismo nivel de protección.
Fuera de los planes especiales del casco histórico hay un total de 512 inmuebles catalogados, que están diseminados por el municipio, aunque más de un centenar se concentra en Ciudad Jardín, barrio en el que se podría hacer perfectamente un plan de protección propio por la cantidad de inmuebles racionalistas y de estilo neocario que alberga, en su inmensa mayoría, diseñados por el arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre.
El estado de conservación en que se encuentran muchos de estos edificios deja mucho que desear, pese a su valor arquitectónico. No en vano, en Ciudad Jardín se concentra el mayor exponente de la arquitectura racionalista de la capital. La protección en el Plan General de Ordenación no ha impedido que muchos inmuebles hayan sido objeto de añadidos o parches que distorsionan su estilo inicial.
Javier Doreste, señala que en Ciudad Jardín y el resto del municipio se hará lo mismo que en Triana y Vegueta, cuyo nuevo Plan Especial de Protección (PEP) se encuentra en exposición pública, y con la calle Perojo, que se está en fase de revisión, para adaptar su grado de protección a las condiciones en que se encuentran sus inmuebles.
"El nuevo catálogo va a revisar todos los edificios que están protegidos y también algunos que no lo están y deberían estarlo. En aquellos casos en los que se compruebe que la protección no tiene sentido porque se los han cargado, se rebajará" el grado de catalogación, "y otros darán origen a una nueva catalogación", señaló Doreste. Aunque esta última posibilidad, reconoció, será más remota. En el caso de que los vecinos no permitan la entrada de los técnicos, el Ayuntamiento se limitará a mantener la protección actual.
Así, si el estado de los inmuebles no se corresponda con la protección, se les reducirá el nivel o se descatalogarán. Urbanismo quiere tener concluida la revisión antes de que concluya el año.
Fuera de los planes especiales de Vegueta- Triana y Perojo, que protegen 636 y 44 inmuebles, respectivamente, el catálogo general de edificios protegidos incluye un total de 512 inmuebles, que están diseminados por todo el municipio. Ciudad Jardín, con 104 viviendas, Tafira, con 85, y Arenales, con 137, son los barrios de mayor concentración de edificaciones protegidas.
Perojo
En el ámbito del plan especial de la calle Perojo, cuya revisión se inició hace unos meses, se va a rebajar la protección a la inmensa mayoría de los inmuebles que tienen protección integral, que son muy pocos.
Aunque en la zona de Arenales, comprendida entre las calles Bravo Murillo y Jerónimo Falcón hay más de 180 edificios catalogados, en el ámbito especial de Perojo sólo hay incluidas 54 viviendas, de las cuales unicamente 44 están protegidas.
De esas 44, sólo nueve edificios tienen protección integral, que será rebajada al nivel ambiental, lo que supone que los propietarios sólo estarán obligados a proteger la fachada.
Sin embargo, aclara el responsable de Urbanismo, "los edificios no protegidos de Perojo tendrán una normativa adaptada para que no rompan con el entorno singular de la calle". La rebaja de la protección permitirá a los dueños rehabilitar el interior de los inmuebles e instalar ascensores, actuaciones que no se podían realizar hasta ahora o planteaban tal cantidad de trabas, que los residentes renunciaban a hacerlo o abordaban la reforma de manera clandestina.
La protección del resto de edificios de la zona de Arenales, buena parte de los cuales se concentran en las calles Canalejas, Eusebio Navarro, Cebrián y Colmenares y forman parte del catálogo general del municipio, están también en proceso de revisión.
Como ha ocurrido con Triana y Vegueta, la revisión de la normativa ampliará los usos permitidos en la calle Perojo, en cuyos edificios se podrán instalar hoteles, aunque el número de estos negocios no podrá superar nunca la mitad de las edificaciones.
Con la actividad de ocio pasará lo mismo en Perojo que en Vegueta y Triana, que recoge una serie de calles para la instalación de terrazas pero se restringe la futura instalación en el resto de vías.
En la calle Perojo, se respetarán los negocios que ya están instalados, pero a los nuevos se exigirá un estudio de impacto ambiental, bastante estricto que, en la práctica, les impedirá abrir cualquier bar o terraza.
