Cientos de personas participaron ayer en la fiesta de la bicicleta y del peatón, que fue organizada por el Ayuntamiento para poner así el broche final a la Semana Europea de la Movilidad. El evento contó con un circuito libre de coches por el barrio de Arenales, del que disfrutaron numerosas familias. Especialmente la familia Ramos, cuyo hijo Simón se estrenaba sin ruedines en una bicicleta con la que su padre aprendió a montar hace más de 40 años.

El pistoletazo de salida del circuito, que discurrió entre San Telmo y las calles Venegas, Luis Doreste Silva, Carvajal, Suárez Naranjo, Aguadulce y León y Castillo para regresar de nuevo al parque, se daba a media mañana y en él participaron tanto ciclistas como mayores y pequeños con patines y patinetes.

La jornada, que tuvo un gran ambiente festivo y que duró hasta el mediodía con diversas actividades lúdicas en el parque de San Telmo, tenía como objetivo el concienciar a los ciudadanos de que hay que utilizar menos el coche privado y más el transporte público o alternativo, como la bici, para hacer de la ciudad un entorno más amable, libre de contaminación y con espacio para pasear. Así lo manifestó el concejal de Movilidad del Ayuntamiento, José Eduardo Ramírez, quien anunció que el Ayuntamiento está rediseñando la red de carriles-bici para que éstos "no compitan con el peatón".

"Los carriles bicis no pueden transcurrir por donde camina la ciudadanía. Si hay que quitar espacio que sea al coche, pero no al peatón", subrayó el edil en clara referencia a los carriles que están ahora sobre las aceras. Entre los tramos que estudia el Consistorio para su cambio figuran "los de Mesa y López, Luis Doreste Silva y el parque Blanco" y algunos de la zona Puerto-Canteras.

La concejalía también trabaja en dar más seguridad a los peatones con respecto a los carriles-bici, que según Ramírez era una cuestión que había sido "demandada por los vecinos".

Para todas estas iniciativa el Ayuntamiento trabaja con los consultores que hicieron la red de bicis de Sevilla y que, según Ramírez, ha sido "la más exitosa" de cuantas hay en la Península.

El edil, que hizo una valoración positiva de todas las actividades que se habían desarrollado en la ciudad desde el viernes, día 16, con motivo de la Semana Europea de la Movilidad", dijo que el reto del Ayuntamiento para el próximo año "no es que el peatón ocupe la calle, sino que no utilice el coche y pruebe otras maneras de moverse por la ciudad".

Sobre el atasco que se formó en horas punta en los alrededores de Arenales el pasado jueves por el cierre de 200 metros de la calle Luis Doreste Silva a los coches; un evento que se hacia por primera vez en la ciudad, explicó que fue solo una "pequeña retención al mediodía", según le aclaró la propia policía local "que estuvo midiendo las intensidades de tráfico ese día". "Las únicas quejas que llegaron fue por la música alta", declaró, mientras calificó de éxito la jornada por el número de niños y vecinos de la zona que conquistaron la calle

El concejal de Movilidad también hizo referencia al proyecto del BRT o guagua exprés que conectará la parte baja de la ciudad, del que ya se están redactando algunos de los proyectos para llevarlo a cabo como son el tramo de Rafael Cabrera, el del Cono Sur, el de Pío XII.

"La idea es empezar la obra cuanto antes. Si es posible el año que viene. Hemos pasado todos los filtros del Banco Europeo de Inversiones y somos muy optimistas en que nos den parte de la financiación -unos 50 millones de euros- . La otra mitad hay garantía de que la vamos a tener con los fondos del ITE - el extinguido Impuesto General de Tráfico de Empresas ITE-. Los ciudadanos van a ver resultados del proyecto muy pronto en la calle", puntualizó mientras las familias se lanzaban con sus bicis calle Bravo Murillo abajo para después enfilar la curva de Venegas hacia Luis Doreste Silva sin atascos.

Entre ellos, Natacha García, Rogelio Ramos y el pequeño Simón, que a punto de cumplir mañana los siete años, se estrenaba sin ruedines. Como herida de guerra tras aprender a montar en bici, una rozadura en la mano de apretar los frenos; lo más difícil para él ya que ha practicado con una Abelux que le regalaron a su padre hace más de 40 años. "Tenía que frenar con los pies", comentó el niño frente a un padre embelesado, que rescató el vehículo del trastero, lo pintó de nuevo e incluso decoró con las mismas pegatinas que traía el vehículo el día de su estreno.

Como ellos, algunas familias proponían que se habilitase un día al mes en la ciudad libre de coches paradisfrutar de la bicicleta y sus hijos al mismo tiempo que les educan en las normas de circulación, hacen deporte y les sensibilizaban sobre el medioambiente.