El gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, criticó ayer la ausencia de inversión estatal y regional en obras hidráulicas en Gran Canaria desde hace años y consideró que es fundamental la implicación de ambos gobiernos para eliminar los vertidos de aguas negras que se producen al mar desde tierra. "Estamos hablando del medio ambiente, un elemento fundamental en una tierra que depende de la industria turística", resaltó Henríquez, que se refería a los 154 puntos de vertido que contaminan la costa grancanaria, entre ellos más de una treintena en la capital grancanaira, según atestigua el último censo realizado por el Gobierno canario en 2008. De estos vertidos, un 45% más de los registrados en 2001, sólo el 23% (unos 30) están autorizados y más de la mitad tienen lugar en playas, puertos o zonas urbanas. "En Gran Canaria no hay ni un sólo euro de inversión por parte del Estado o de la Comunidad Canaria para obras hidráulicas. No podemos pretender que el Cabildo sostenga en solitario la inversión hidráulica", se quejó. Planteó también la necesidad de que las industrias, como hoteles, o instalaciones agrícolas y ganaderas tengan sus propios sistemas de depuración. Una explotación con cuatro vacas, recordó, "tiene que tener su propio sistema de depuración. O cambiamos la normativa o ayudamos a que las instalaciones agrícolas y ganaderas cumplan con lo establecido. Es muy difícil que las pequeñas explotaciones puedan cumplir".