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La ULPGC descarta que el vertido de El Confital dañe su ecosistema

Los expertos de la Universidad tomarán medio centenar de muestras en el agua mediante un método de medición rápida

La ULPGC descarta que el vertido de El Confital dañe su ecosistema

La presencia de bacterias fecales en las aguas de El Confital no tendrá graves efectos sobre su ecosistema. Así lo afirmó ayer Javier Arístegui, Catedrático de Ecología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y uno de los miembros del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) que desde el lunes colabora con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para intentar localizar el foco del vertido bacteriano que mantiene cerrada al baño esta zona del litoral capitalino.

Hace más de tres semanas que se detectó una presencia de bacterias fecales superior a los niveles establecidos por el Gobierno de Canarias, que fija el límite en 200 unidades por 100 mililitros de agua. Desde entonces, el porcentaje de microorganismos ha ido variando, alcanzando hace unos días su pico más elevado con 480 unidades por 100 mililitros de agua. Una cifra que se ha reducido a la mitad, según informó el lunes el Consistorio, quien realizó el mismo día la última muestra que volverá a ser estudiada para valorar la evolución de la existencia de los enterococos.

La semana pasada, la concejalía de Ciudad de Mar anunció el aumento de la motorización de la playa con la realización de un muestreo más amplio, pasando de una a diez las catas que empezaron a hacerse hacia el interior del mar y también en dirección a La Isleta. Una labor de la que se ha encargado al empresa Hidrotecnia que, sin embargo, por ahora no ha sido suficiente para determinar el foco bacteriano. De ahí que el Consistorio decidiese incorporar al Iocag al equipo que trabaja por localizarlo y que también conforman los servicios municipales de la concejalía, la Unidad Integral del Agua y Seguridad y Emergencias, Emalsa e Hidrotecnia.

"Nuestra idea es tomar muestras cada 100 metros a lo largo de un kilómetro desde El Confital hacia el este y otro hacia el oeste, de manera que se realizarán una decena de análisis en cada dirección", contó ayer Alonso Hernández, director del Iocag y oceanógrafo físico, quien conforma el grupo de expertos universitarios junto a Javier Arístegui y el doctor en Geografía de la ULPGC, Pablo Máyer. Asimismo, el muestreo también se hará cada 100 metros mar adentro a lo largo de un kilómetro desde el punto medio de la zona afectada y lo mismo desde las fronteras, de manera que en total se realizarán medio centenar de catas.

Esto será posibles gracias al sistema de citometría de flujo. Un método de medición rápida que, aunque no determina cuáles son los microorganismos, "permite cuantificar las bacterias, distinguir su posición y determinar su actividad para saber si están vivas o latentes", según explicó Javier Arístegui. El también doctor del área de Oceanografía Biológica y Ecología de la ULPGC aseveró que este procedimiento que permite analizar las células se emplea actualmente por muchas empresas de aguas que pretenden ver los niveles de microorganismos que hay en ellas. "Con el citómetro de flujo se permite tomar un mayor número de muestras en menor tiempo", señaló Arístegui, "por lo que es una técnica mucho más rápida y eficaz que los métodos tradicionales de cultivo ya que en estos se emplean placas de agar sobre las que se echa una gota de agua donde crecen las colonias de bacterias que se cuentan tras dos días, pero el problema es que con el agar solo se activan las bacterias vivas, pero no las que están latentes que pueden activarse más tarde. Esto no quiere decir que los métodos tradicionales no sean buenos, de hecho se está haciendo lo correcto".

Es por eso que el Ayuntamiento continuará con su recogida de pruebas a la par que los expertos de la ULPG realizan sus exámenes en el agua para conocer la extensión que abarca el vertido y poder saber si las mareas tienen algo que ver con el origen de la contaminación, cuya localización es la prioridad. "Una vez que se sepa cuál es el foco y se intervenga en él, irán desapareciendo los enterococos", comentó Javier Arístegui quien aseveró que los enterococos "no tendrán ningún efecto grave sobre la flora y la fauna" de El Confital y apuntó que "el cierre al baño es más por una cuestión de salubridad al tratarse de bacterias fecales".

En este sentido, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo aseveró que la prioridad del Consistorio es garantizar la seguridad y la salud de los ciudadanos, "por lo que es vital localizar el origen para que no vuelva a producirse como ha sucedido en otras ocasiones". Desde un principio, la Administración local ha barajado la posibilidad de que dicho foco fuese la Casa Roja, la cual, al no estar conectada alcantarillado, había acumulado en su sótano numerosos residuos fecales y lodo. De ahí que la primera intervención del Servicio de Patrimonio del Ayuntamiento en la vivienda fuese la conexión a la red municipal. Posteriormente, fue Emalsa la que procedió a la retirada de la mayor parte de las aguas negras y, desde ayer, la empresa se afana en sacar también el fango.

El siguiente paso de Emalsa y los bomberos será proceder a la limpieza de la galería que va desde esta vivienda hasta la calle Faro para determinar si existen conexiones fecales de otras casas que puedan estar contribuyendo a la contaminación de bacterias fecales. Además, la concejalía de Ciudad de Mar que dirige José Eduardo Ramírez también ha actuado en la caseta de la Cruz Roja en la playa de El Confital para descartar también cualquier filtración y el Servicio de Aguas ha chequeado la red municipal para confirmar que no se están produciendo vertidos.

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