Un incendio en el interior de una de las torres que quedan del viejo Estadio Insular, hoy parque urbano, sembró ayer la alarma en la zona de Ciudad Jardín y Alcaravaneras. El edificio donde se produjo el siniestro está pegado a las oficinas de tráfico de la Policía Local de la calle Doctor José Ponce Arias y colindante con la zona de juegos infantiles del parque, abierto al público en mayo de 2015. Afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales pese a que en el lugar pernoctan desde hace meses indigentes, tal y como pudo comprobar este periódico el pasado noviembre tras la denuncia de los vecinos.

El suceso ocurrió pasada las doce y media de la mañana y fue rápidamente extinguido por varias unidades de bomberos de la capital de la zona del Puerto que acudieron al lugar del siniestro, tras recibir las llamadas de los vecinos.

El incendio, que se produjo en el piso superior de la torre ya que el resto tiene las ventanas tapiadas, quedó sofocado y extinguido al poco tiempo, aunque tuvo su dificultad ya que la basura y enseres viejos acumulados en su interior originaron una gran humareda por los bomberos tuvieron que romper una de las ventanas colindantes para airear el espacio y poder trabajar con garantías de seguridad.

Niños jugando

La policía local, así como la policía nacional, que también acudió al lugar de los hechos, acordonó parte de la zona infantil del Estadio Insular que está justo en la esquina de la torre incendiada y por la que los aficionados a la Unión Deportiva accedían antiguamente a la grada sur, pero el parque no fue desalojado. Así lo indicó una pareja con dos pequeños que disfrutaba de la zona infantil y que se enteró de lo que sucedía cuando entraba en el mismo parque, que habitualmente tiene guardias de seguridad y por las noches está cerrado.

Los agentes investigaban ayer cuál podía haber sido la causa del incendio, que dejó un fuerte olor a quemado en la zona, una gran mancha de humo negro en la torre y restos de pavesas.

El conserje del centro sociosanitario Nuestra Señora de Fátima, Joaquín Espinosa, fue uno de las personas que dio la voz de alarma a la policía local. El local, que depende del Cabildo de Gran Canaria y que es utilizado por varias asociaciones dedicadas a la atención y asistencia de personas con enfermedades y sus familias, está situado en la calle Antonio Manchado Viguietti, a pocos metros de la grada sur donde se produjo el incendio.

"Sentimos un fuerte olor a quemado, como de goma, y nos asomamos a la puerta para ver de dónde podía venir cuando vimos la humareda", cuenta el trabajador, quien dijo que el centro no vio interrumpida tampoco su actividad ya que sabían que el olor a humo no venía de allí porque hubieran saltado las alarmas.

José Juan Díaz, personal de mantenimiento del centro, que también salió a ver lo que ocurría, describe que primero vieron una humareda y después salir llamas por la ventana. Díaz señala que se oyó como "un estallido de bombona de camping gas".

Ambos empleados indicaron que en la azotea de la grada sur vieron a un hombre como intentando apagar las llamas que salían de las ventanas, pero que no pudieron comprobar desde dónde estaban de quién se trataba.

El viejo Estadio Insular cerró sus puertas en 2003 y tras años de abandono, el Cabildo insular, propietario del recinto futbolístico, lo cedió por 50 años al Ayuntamiento para la creación de un parque urbano después de que se desestimaran varios proyectos urbanísticos sobre su uso.

El traspaso se hizo en la legislatura pasada, cuando el Cabildo insular y el Consistorio estaban en manos del Partido Popular. Precisamente, el grupo del PP en el Consistorio presentó en febrero una moción para que el edificio se convirtiera en una ludoteca, biblioteca y local social, tal y como solicitaban los vecinos, y que fue aprobada por unanimidad en el pleno.

El pasado marzo, Urbanismo solicitó al Cabildo insular el uso de los locales de la calle Manuel González Martín, donde están dos de las puertas de acceso al parque público, para este uso.