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Fiestas del Carmen 2017 Preparativos en el día del pregón

Isleteros rendidos al Carmen

Las Fiestas del Carmen dan comienzo con el repique de campanas

Pistoletazo de salida a las Fiestas del Carmen de La Isleta. A las 12 del mediodía de ayer los vecinos y parroquianos se congregaron en la puerta de la iglesia para asistir al repique de campanas. Se respiraba un ambiente festivo, con aplausos y vivas a una de las imágenes "más queridas" en la capital grancanaria, según los vecinos.

Un petardazo que retumbó en todo el barrio dio paso al toque de la campanas, señal inequívoca del inicio de las fiestas. En el entorno de la calle Benartemi se apiñaron los vecinos para presenciar el momento. Desde la azotea del templo, varios parroquianos soltaron globos, desatando la locura de muchos niños, quienes corrieron detrás de ellos por toda la calle.

Para muchos isleteros, julio supone un mes entregado a la Virgen de la mar. Una tradición con más de 100 años de antigüedad que llega a congregar a gente de toda Gran Canaria.

En este primer acto estuvieron presentes varios costaleros, así como José Falcón, secretario de la Comisión de Fiestas; María del Carmen Pérez Bonilla, camarera de la virgen; y los vestidores y decoradores, Juansi Rodríguez Rodríguez y Mingo Nieves Durán. Todos ellos hacen posible una de las fechas más señaladas en el calendario festivo de la capital grancanaria.

Finalmente, a las siete de la tarde, la patrona del mar descendió de su camarín hasta el altar mayor sobre un manto celeste. La imagen no regresará a su lugar habitual hasta el sábado 5 de agosto.

Preparativos

Más de cuatro décadas llevan María del Carmen Pérez, Juansi Rodríguez y Mingo Nieves dedicándose a custodiar y preparar a la patrona de la Armada de cara a sus días grandes. "Empezamos con unos 17 años ayudando en la parroquia y al final nos quedamos con el puesto", comentó Mingo entre risas. "La iglesia ha sido y es parte de nuestra vida", continuó.

Entre tres y cuatro horas tardan normalmente estos feligreses carmelitas en preparar a la Virgen. "La semana anterior la desvisto, lavo los camisones y todo lo que es la ropa interior para que esté todo muy limpio", señaló la camarera.

Ella ayuda a los vestidores y decoradores a tener lista la talla para bajar de su camarín y permanecer junto a sus fieles hasta el mes próximo. "Entre los tres nos ayudamos a preparar todo, ella tiene que estar perfecta en sus días grandes", comentó Pérez.

Para la bajada del camarín y los próximos días Rodríguez y Nieves han elegido anturios rosados. Las flores, resistentes y, sobretodo, muy coloridas, adornan el trono de la imagen y el altar mayor. La rampa por la que se desciende la talla está cubierta por un amplio tul celeste con gasa blanca, simulando las olas del mar, del cual el Carmen es patrona.

En la tarde del miércoles se afanaron en dejar todo atado. Hasta esta madrugada, la Virgen lucirá un manto de color blanco. Entonces, a eso de las cinco de la mañana del sábado, la imagen saldrá en la primera de las procesiones del Rosario de la Aurora con un manto en tonos dorados.

La tarde del sábado 22 de julio volverá a cambiarse de ropajes; en esta ocasión por el celeste, evocando al mar, con motivo de la popular procesión marítimo terrestre del día siguiente. En total, la Virgen del Carmen cuenta con diez mantos. "Usamos los mismos desde hace unos diez años, pero tenemos guardados algunos con más de 80 años, desde las primeras procesiones en La Isleta", señaló Nieves.

Estos cambios también se repiten en las flores que acompañan el trono de la patrona. Los anturios serán sustituidos a comienzos de la semana que viene. "Desde el lunes o el martes comienzan a llegar flores de fieles de toda la Isla en señal de promesa", explicó Nieves. Las flores que vayan llegando al corazón de La Isleta servirán para adornar el templo y el trono de la imagen hasta el día grande.

El 16 de julio, festividad del Carmen, la talla saldrá en procesión con claveles y lirios rosados. El último cambio llegará el domingo 23, con motivo de la procesión marítima. Ese día la Virgen lucirá acompañada de flores de tonos muy diversos. "Todavía no sabemos bien qué flores serán, pero serán distintas, con colores veraniegos para evitar la monotonía", indicó el decorador.

María del Carmen Pérez escoge, en su caso, las joyas que llevará la talla. "Hoy [por ayer] lleva unos pendientes, su nombre y un rosario, va muy sencilla, el cura de la parroquia dice que va mejor así", comentó la camarera entusiasmada. Los días grandes, estas joyas de plata serán sustituidas por otras de oro.

Durante el año, Pérez se dedica a guardar las joyas y pertenencias de la imagen. "Cada tres meses o así me paso por aquí para lavarle la ropa y hacer otros arreglos, eso sí, a la Virgen no la toco en ningún momento, no se le puede hacer nada, como mucho miro si tiene algo de polvillo y se lo quito", apostilló la camarera.

En cuanto a Mingo Nieves y Juansi Rodríguez, su labor se extiende durante todo el año. "Preparamos a la virgen siempre que lo necesite, bodas, bautizos, en fechas claves como Semana Santa o Navidad, no paramos porque siempre hay cosas en esta iglesia", destacaban ambos. Ellos son los encargados de elegir siempre el manto o las flores y la decoración adecuadas para cada ocasión.

La devoción se extiende al grupo de costaleros, capitaneados por Ángel Guillermo Luzardo. En total son casi 50 personas quienes llevan a cuestas la Virgen del Carmen en algún momento. "En los tres días grandes somos 35 costaleros, más los relevos", contó Kevin Martín, también costalero.

Estos hombres han estado todos los domingos del mes de junio ensayando para los días grandes que se avecinan. Ayer solo les quedaba ensayar la salida por la puerta, uno de los momentos más delicados a la hora de trasladar la imagen de un lugar a otro.

Para Martín ser costalero ha sido toda una satisfacción. "Empecé por una promesa hace cinco años y al final me quedé porque me encanta", confesó el joven, quien reconoce que la clave es acostumbrarse a llevar el peso. Él mismo estuvo presente en el equipo de hombres que descendió a la imagen desde su camarín en la tarde de ayer.

En cuanto al cura de la parroquia, Agustín Sánchez, augura una fiestas mejores que en años anteriores. "En esta ocasión el día de la virgen cae en domingo, por lo que podrá venir mucha más gente que en otras ocasiones trabajaba", comentó el sacerdote. Tras siete años al frente de la iglesia del Carmen, espera unas jornadas tan concurridas como aquellas del centenario de la fiesta, celebradas en 2013.

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