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Medina: "¿Y qué hacía con las 1.500 toneladas diarias de basura?"

La concejal defiende ante el juez su gestión del viejo vertedero

La concejal Inmaculada Medina, en el centro de la imagen, a su llegada ayer a la Ciudad de la Justicia para prestar declaración. JOSÉ CARLOS GUERRA

El magistrado Javier García García-Sotoca interrogó ayer como investigada a la concejal Inmaculada Medina por la gestión del vertedero de Salto del Negro entre los años 2007 y 2011, cuando la edil estaba al frente del departamento de Limpieza, con el socialista Jerónimo Saavedra como alcalde. Medina, que ahora es responsable de Fomento, Servicios Públicos y Aguas, defendió su decisión de mantener abierto el viejo recinto para evitar un problema aún mayor a los ciudadanos por los residuos.

Medina se preguntó durante su declaración judicial "qué" podía hacer con las 1.500 toneladas diarias de basura. Con esa postura quiere acreditar que evitó un problema de "salud pública" a la ciudad, pues no existía una alternativa para almacenar los residuos y podía haber causado un perjuicio aún mayor si cerraba el recinto, tal y como exigía una sentencia dictada por el Tribunal Europeo de Justicia por el funcionamiento ilegal del viejo vertedero.

La concejal tampoco considera justo que se la responsabilice de la contaminación generada por el antiguo basurero, pues otras administraciones y otros gobiernos municipales contribuyeron a crear esa situación. Los convenios firmados con el Gobierno de Canarias y el Cabildo para modernizar el recinto fijaban el año 2009 como límite para poner en marcha el complejo medioambiental, con la planta de biometanización, pero una incompatibilidad entre las máquinas instaladas en las diferentes fases impidió cumplir esos plazos.

Las administraciones se gastaron millones de euros concedidos por la Unión Europea para implantar una maquinaria destinada a la separación de residuos que nunca llegó a funcionar. Luego, en el mandato siguiente, el Cabildo asumió la competencia y puso en marcha el complejo ambiental, con las debidas garantías exigidas por Europa para evitar la contaminación del entorno. De ahí que Medina, por ese cúmulo de errores e intervenciones de otras administraciones, rechace el delito contra el medio ambiente y los recursos naturales que le atribuye el juez.

El magistrado instructor y la Fiscalía de Medio Ambiente, en cambio, consideran acreditado de manera indiciaria que las filtraciones de residuos han contaminado la presa de Salto del Negro y un huerto escolar cercano, hasta el punto de convertir la zona en un "foco de infecciones" que pone en peligro la salud de los vecinos, entre otros riesgos como los incendios, que se producían con frecuencia al tirar la basura de manera directa y cubrirse luego con tierra sin ningún tipo de tratamiento, lo cual taponaba las chimeneas destinadas a evacuar los gases.

Los indicios apuntan a que Medina y su gerente, José Ángel Marrero Socorro, agravaron la situación del vertedero, pero la concejal, según las fuentes consultadas, ha logrado explicar con convicción que se vio obligada a actuar de esa manera para evitar un problema de insalubridad aún mayor, lo que en derecho se conoce como estado de necesidad, un principio jurídico que podría motivar el archivo de la causa.

García-Sotoca, tras interrogar a la edil en el Juzgado de Instrucción número 7, deberá decir ahora si transforma o no el procedimiento para que el fiscal formule acusación. El juez tomó la decisión de continuar el procedimiento para ir a juicio el pasado mes de junio, pero la dejó en suspenso para tomarle declaración a Medina, que se negó en una primera citación a responder la preguntas del magistrado y luego, al verse procesada, alegó indefensión y pidió comparecer de manera voluntaria para explicar su gestión. Eso es lo que ocurrió ayer. Falta ahora por ver que es lo que deciden juez y fiscal.

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