Los vecinos de Lomo Blanco contarán el próximo año con un parque deportivo lúdico tras la rehabilitación del antiguo campo de fútbol de tierra y los alrededores de la actual cancha José Ruano-Tejera, construida en 2011. El proyecto, que fue presentado ayer al barrio, supondrá un espacio de esparcimiento de casi 12.000 metros cuadrados entre canchas deportivas, áreas lúdicas y zonas verdes para los más de 3.800 residentes.
El proyecto, que supone una inversión de 1,5 millones de euros, será financiado con aportaciones del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan). Urbanismo redacta en estos momentos el proyecto con la idea de que sea licitado en tres meses y las obras puedan comenzar en enero del próximo año.
Los habitantes del barrio, construido en los años sesenta en torno a la carretera del interior de la Isla y que carecía de espacios libres, ven así cumplidas una de sus mayores demandas. En febrero de 2016 ya solicitaron al alcalde Augusto Hidalgo, durante su visita al barrio, el acondicionamiento del campo y de sus alrededores, que estaba degradado. El presidente de la asociación Seminario, Manuel Cabrera, indicó ayer que el barrio "quedará más hermoso". "No pedimos más que Lomo Blanco se arregle y se ponga en condiciones", añadió para indicar que aún quedan muchas cosas por solventar "porque él no recorrió la parte peor del barrio".
"Vamos a recuperar esta zona para construir un espacio en el que personas de todas las edades puedan disfrutar y encontrar algo que hacer en este nuevo parque, que servirá también como plaza y lugar de encuentro", indicó ayer el alcalde durante la presentación del proyecto al lado del campo de fútbol. Le acompañaban el concejal de Urbanismo, Javier Doreste; el concejal de Deportes, Aridany Romero; y la concejala de Educación, Lourdes Armas.
Esta rehabilitación contempla crear diversas áreas para que el parque pueda ser disfrutado por todos los vecinos. Así, los amantes del deporte dispondrán, aparte del campo de fútbol de hierba artificial, de una pista para correr alrededor, que tiene tres metros de ancho y 500 metros de recorrido. También tendrán a su alcance una cancha multideportiva con una superficie de 482 metros cuadrados y donde podrán disfrutar del juego de petanca y pin pong, así como de fútbol y baloncesto no reglados; un área de skate de 790 metros cuadrados, que contará con un graderío y que será diseñada por una empresa especializada en este deporte; un área de aparatos biosaludables de 595 metros cuadrados y otra de entrenamiento físico.
En el parque habrá además un área infantil de 724 metros cuadrados; una plaza de 622 metros cuadrados con pérgolas, bancos y un escenario y un parque para perros de 550 metros cuadrados.
Asimismo, se construirá un merendero en el extremo norte del espacio y al borde de la ladera del barranco de Guiniguada, donde se instalarán bancos y zonas de sombra, y se acondicionará un mirador, de unos 150 metros cuadros, para contemplar el cauce del barranco y el mar.
En la superficie que quede libre se plantarán 180 árboles y palmeras y se ajardinará lo que supondrá 1.164 metros cuadrados de espacio verde para el barrio.
También se asfaltará la calle San José Artesano hasta el campo de fútbol para mejorar el acceso, así como para facilitar el aparcamiento, además de la adecuación del cauce del barranquillo de Zurbarán.
Una sucesión de rampas y taludes ajardinados solucionarán el desnivel que hay entre la calle Ana María Margenat y la plataforma del campo de fútbol, lo que permitirá también mejorar los accesos con el núcleo urbano y, especialmente, con el colegio San José Artesano.
El concejal de Deporte, Aridany Romero, señaló que se convertirá en uno de los espacios verdes de esparcimiento de la ciudad "más grandes y mejor dotados".
En la actualidad, en el campo de fútbol de hierba artificial entrenan unas 200 personas entre niños, jóvenes y adultos. El presidente del Club Lomo Blanco San José Artesano, José Ruano, mostró ayer su satisfacción por la creación de este parque que redundará en "el bienestar de los vecinos" y al que seguramente se acercará gente de otros barrios de la capital porque la circunvalación la convierte en "una zona privilegiada".
