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Treinta años desde que llegaron ellas

El Ayuntamiento otorga una distinción a las doce mujeres de la primera promoción

Treinta años desde que llegaron ellas

Desiré Alemán, Brígida Alonso, María Rosa Batista, María del Carmen Cabrera, Yolanda Gallego, Cristina González, María Luisa Ojeda, María Concepción Pérez, Rosa María Rodríguez, Ana Calero, Antonia Santana y Araceli Domínguez, tristemente fallecida en el desgraciado accidente de Spanair en 2008, fueron las primeras mujeres que se incorporaron a la plantilla de la Policía Local, hace ahora 30 años. Todas ellas fueron homenajeadas ayer durante el acto que se celebró en el Cicca, con motivo de la celebración del patrón del cuerpo y del treinta aniversario de la incorporación de las féminas a los cuerpos de seguridad.

El alcalde reconoció durante su discurso que, algunas de ellas entraron en el cuerpo con "mucho esfuerzo y con algunas renuncias personales" en una sociedad en la que aún no encajaba bien que la mujer pudiera estar en cualquier profesión. "Me han contado que algunos hombres se acercaban a ver si eran una mujer por la falda que llevaban entonces", dijo.

"Los compañeros recelaban al principio de nosotras; éramos las primeras mujeres y pensaban que no estábamos hechas para eso, pero desde que demostrábamos que valíamos un poquito o más enseguida nos aceptaron como uno más. Incluso había compañeros que preferían patrullar con una de nosotras que con otros compañeros", recordaba Ana Calero Rodríguez, una de las oficiales de aquella primera promoción que puso una pica en Flandes, que iba en un principio para bombero.

Calero, que ejerce sus labores en la Unidad de Policía Turística, explicó que a los ciudadanos les sorprendía su presencia, aunque las fueron aceptando rápidamente. "Hace unos días, una señora se me acercó y me dijo que parecía un chiquillo malo al verme con pantalón corto y playeras patrullando", contó para indicar que todavía siguen causando asombro.

Su listado de intervenciones, de todo tipo, no acaba cuando las empieza a enumerar. "Sólo hay que cambiar el chip para volver a salir a la calle". Seguir ascendiendo dentro de su profesión es uno de sus retos. "Estamos preparadas para ello y valemos".

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