La señora de 86 años que fue agredida en Primero de Mayo la semana pasada ya sufrió un ataque hace cuatro años. La mujer fue asaltada en el portal del edificio Los Rosales, en la céntrica calle de la capital, a eso de las ocho de la tarde cuando volvía de un funeral. Tras despedirse de sus amigas, sacó las llaves de su bolso y en ese instante fue sorprendida por un hombre que estaba escondido tras una columna. Los hechos ocurrieron el pasado jueves, 14 de septiembre.
Los vecinos de la zona destacan la gran cantidad de asaltos que se han producido en los últimos años en dicha avenida. "Hasta ocho personas con el mismo perfil han sido atacadas en estos tres edificios en cuatro años", aseguró el hijo de la última víctima. Se trata del bloque mencionado y sus contiguos, los cuales tienen soportales con columnas, sin iluminación, por lo que al caer la noche reina la oscuridad.
La octogenaria fue sorprendida la semana pasada cuando estaba sola y a dos metros de su portal. El agresor la abordó, la agarró por el cuello y comenzó a tirar de ella. En ese momento gritó para alertar a los vecinos, entonces el individuo la lanzó al aire y la estampó contra el suelo. Tras su caída se golpeó y quedó seminsconciente boca abajo.
Su hijo destaca que la ambulancia tardó media hora en llegar hasta el lugar del suceso. "Se salvó gracias a la ayuda inmediata de varios testigos", indicó. A continuación los servicios médicos la trasladaron al Hospital Insular. La víctima sufrió una herida incisa en la frente de unos ocho centímetros de longitud y otra en el tabique nasal de unos seis centímetros.
La mujer pudo regresar a su casa esa misma noche. A lo largo de esta semana ha mejorado su estado de salud según lo previsto. "Tiene la cara que parece un boxeador después de un combate, pero se recupera bien, aunque tiene miedo de salir a la calle", explicó su hijo estos días.
Según varios testigos, el presunto agresor es un hombre joven, delgado y de unos 170 centímetros de alto. Tras acudir varias personas para socorrer a la mujer, el ladrón salió corriendo en diagonal, cruzó la vía y bajó por la calle Domingo J. Navarro, donde se le perdió la pista.
En el atraco de hace cuatro años la mujer, que prefiere permanecer en el anonimato, estaba "más fuerte" de salud y pudo describir con seguridad al atacante y los hechos que ocurrieron. En este último suceso fueron diferentes viandantes y vecinos, alertados por los gritos de la señora, los que tuvieron que relatar con mayor o menor exactitud el suceso a la Policía Nacional.
Fuentes policiales han informado a este periódico que están investigando para lograr detener al presunto atacante. Además, aclaran que no se ha producido un repunte de la criminalidad en la avenida Primero de Mayo en los últimos meses, tal y como aseguran algunos vecinos.
El Edificio Los Rosales se encuentra junto a las escaleras de la calle Perdomo, uno de los accesos a la zona baja del Risco de San Nicolás desde Primero de Mayo. "En San Nicolás hay gente maravillosa, pero es cierto que es un punto caliente para muchos drogadictos que bajan aquí en busca de dinero fácil", apuntó el hijo de la agredida.
San Nicolás fue conocido durante mucho tiempo como "el mercado de la droga" de Las Palmas de Gran Canaria. "Cuando hay mercancía cerca, aquí los enganchados vuelan", afirmó uno de los porteros de la céntrica avenida. "¿Qué atraco? Porque hace un mes atacaron a otra señora junto a la copistería Copiarchipiélago, un domingo por la mañana, para robarle el bolso", indicó el dependiente del Bazar La Gacela.
"Siempre es el mismo perfil de señora mayor, indefensa y con un bolso", apuntó el hijo de la última víctima. Aún así, la mayoría de personas que frecuentan esta zona coinciden en la mayor seguridad que se respira. "Esto hace más de 10 años eran robos continuos, un ir y venir por esa escalera", indicó el dependiente del bazar mencionado, que se encuentra frente al pasaje Juan Salazar Herrera.
