El nuevo parque frente marítimo con el que la ciudad espera abrirse al puerto y a la bahía está más cerca de convertirse en realidad. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria acaba de iniciar la segunda y tercera fase de remodelación del espacio comprendido entre la plaza de Canarias (en la trasera del parque Santa Catalina) y la Base Naval, que por ahora tendrá que permanecer al margen de la renovación del litoral al continuar bajo control militar.

Los proyectos, que superan en conjunto los tres millones y medio de inversión y serán financiados a través de las partidas del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), fueron adjudicados en dos procedimientos diferentes a la UTE conformada por Acciona Construcción y Lopesan. La segunda fase tiene un presupuesto de adjudicación de 1.555.833,16 euros y la tercera, de otros 2.068.149,37. Estos montantes suponen, en cualquier caso, una abultada reducción con respecto a los presupuestos de licitación, que habían sido fijados en 2.299.827,29 y 3.084.488,25 euros respectivamente.

La sociedad municipal Geursa comunicó a la UTE a comienzos de octubre que su oferta para la segunda fase se encontraba en situación de baja desproporcionada o anormal. Tras recibir una justificación de Acciona y Lopesan los técnicos consideraron que la reducción con respecto al presupuesto inicial estaba justificada, por lo que dieron su luz verde definitiva a la adjudicación.

Los trabajos arrancaron discretamente en los últimos días con la instalación de las primeras casetas de obra, aunque a lo largo de esta semana están cogiendo impulso. El espacio quedará cerrado al tránsito durante la construcción, por lo que el consistorio recomienda a los peatones utilizar el Parque Blanco, que discurre al otro lado de la Avenida Marítima paralelo a la zona donde se están realizando los trabajos, para pasear entre Santa Catalina y la zona comercial de Mesa y López.

La obra que dará forma al frente marítimo tiene un plazo de ejecución de 18 meses. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, señaló ayer que su equipo espera que la obra, que a su juicio "contribuirá a mejorar el diálogo que los ciudadanos de la capital tienen con el mar", estará previsiblemente concluida en la primavera de 2019. Una vez concluida el consistorio espera "hacer más amable y cercano para la gente una parte del Puerto tan importante como el entorno del muelle Santa Catalina", añadió el también segundo teniente de alcalde.

Con la reforma el litoral ganará algo de terreno al mar gracias a unas estructuras en voladizo a la altura de la histórica grúa Titán. Harán las veces de plataformas panorámicas similares a la que se instaló en la primera fase, junto al acceso al muelle de cruceros. Las zonas de descanso se distribuirán a lo largo de unas gradas y rampas accesibles que salvarán el la diferencia de cota de un metro que habrá entre la zona más pegada al mar y la que se encuentra a la altura de la plaza de Canarias.

Para mejorar la visibilidad, las barandillas que separarán este espacio de la lámina de agua contigua serán realizadas en cristal templado, lo que de acuerdo con el proyecto de la obra supondrá convertir la zona en un "escenario y mirador del paisaje portuario". El toque monumental del nuevo parque del frente marítimo lo aportará una gran marquesina de aluminio que además dará sombra al espacio.

Además de la 'plaza dura' conformada por la zona de gradas y los miradores emplazados sobre el mar, el parque del frente marítimo destaca por las nuevas zonas verdes, en las que se recreará un jardín de especies canarias. En sus 460 metros cuadrados se plantarán 28 ejemplares autóctonos de la isla, entre los que habrá cardones, tabaibas y plantas suculentas como los bejeques, pero también variedades habituales en las franjas de costa del Archipiélago, como el perejil de mar.