La Audiencia de Las Palmas juzgará la semana que viene a un hombre que intentó violar a su suegra y fue sorprendido in fraganti por su esposa e hija de la víctima, según sostiene la Fiscalía de Las Palmas en su escrito de acusación.

La mujer supuestamente agredida sexualmente tiene 88 años, sufre alzhéimer en "estado avanzado" y vive postrada en la cama, pues tiene bastante limitadas sus "funciones psíquicas superiores", asegura el ministerio público en sus conclusiones.

Eso impedía a la víctima caminar y la hacía "totalmente dependiente de terceras personas". La mujer hacía su vida en el mismo sillón-cama en le que fue sorprendida por su yerno. La Fiscalía reclama para Manuel Felipe O. A. diez años de cárcel como presunto autor de un delito de abuso sexual, con el tipo agravado de acceso carnal y abuso de superioridad.

La acusación pública cuenta con dos testigos de excepción, algo poco frecuente en este tipo de casos: la esposa del acusado y la hija de la octogenaria, quienes, al parecer, le sorprendieron en la habitación justo cuando estaba cometiendo el abuso.

Indefensión

"Aprovechando la situación de indefensión, le bajó los pantalones del pijama, le quitó el pañal y le introdujo su pene por vía anal", relata la Fiscalía en su acusación. En ese momento "fue sorprendido por su esposa e hija de la víctima, por lo que cesó en su conducta", añade el ministerio público.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 12 de junio de 2016, en la habitación del domicilio conyugal donde se quedaba la víctima. Manuel Felipe O. A. se encuentra en prisión provisional desde entonces.

El juicio está señalado para el martes a las 11.30 horas en la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas, según ha informado el gabinete de prensa del Tribu-nal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

La Fiscalía de Las Palmas, además de los diez años de cárcel por el delito de abuso sexual, reclama una indemnización de 30.000 euros; diez años de libertad vigilada y la obligación de participar en programas de reeducación sexual, entre otras medidas, como una orden de alejamiento cuando cumpla la pena si finalmente resulta condenado. La familia está personada como acusación.