Dos operaciones distintas, una en Francia y otra en la frontera con Portugal, concluyeron ayer con las detenciones de cuatro presuntos miembros de ETA y la interceptación de una furgoneta con explosivos.

La Guardia Civil ha detenido esta madrugada en Portugal a dos presuntos etarras después de interceptar en torno a las 21.30 horas el vehículo cargado de explosivos en un control en Bermillo de Sayago (Zamora), informa Efe. Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado a esta agencia que el conductor se enfrentó a los agentes y huyó con el coche patrulla de la Guardia Civil en dirección a la localidad zamorana de Fermoselle, situada en los arribes del Duero.

La otra persona arrestada es la conductora del coche lanzadera que guiaba a la furgoneta interceptada, ambos vehículos con matrícula de Francia. No obstante, la información sobre lo sucedido en la frontera portuguesa es todavía confusa. Tampoco ha trascendido si se trataba de una furgoneta para transportar los explosivos o si ya estaba preparado por los terroristas para actuar como una furgoneta bomba. Sí se sabe, de acuerdo con las declaraciones de los vecinos de Bermillo de Sayago a Europa Press, que se desalojaron varias viviendas.

Pocas horas antes, otros dos presuntos miembros de la banda terrorista ETA, un hombre y una mujer, fueron detenidos ayer en Francia por agentes de la Guardia Civil. Los detenidos, a falta de confirmación oficial, son Eider Uruburu e Iñaki Iribarren Galbete. Fueron localizados cuando se disponían a acceder a un zulo. Los agentes de la Guardia Civil vigilaban el lugar desde hacía tiempo. En el interior del zulo, los presuntos etarras, que iban armados en el momento de su detención, guardaban principalmente dinero, indicaron fuentes antiterroristas.

La detención se produjo cerca de la ciudad de Clermont-Ferrand, en el centro de Francia. El zulo estaba localizado en una zona montañosa cercana a la ciudad.

La foto de Eider Uruburu Zabaleta, bilbaína de 32 años, fue difundida por el Ministerio del Interior en febrero de 2008 junto a los sospechosos del asesinato a tiros de dos guardias civiles en Capbreton (Francia), con lo que se la situó entre los más buscados de la banda. Iñaki Iribarren tiene 33 años, según su ficha de los más buscados por la Guardia Civil.

ÚLTIMAS DETENCIONES. Estas detenciones se suman a la de Pedro María Olano, arrestado el pasado jueves por la noche en su domicilio. Olano, de 49 años, era colaborador del aparato logístico de la banda. Su nombre es conocido por ser el proetarra que amenazó de muerte a la alcaldesa de Lizartza (Guipúzcoa) cuando iba a tomar posesión de su cargo (fue condenado a dos años de prisión por estos hechos).

Olano se encargaba del traslado de explosivos desde Francia a los comandos de la banda terrorista en España, según informó Interior.

Las cinco detenciones se producen en un ambiente de máxima tensión antiterrorista, hasta el punto de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una declaración pública sin precedentes, reveló el pasado 28 de diciembre que la banda ETA preparaba un "atentado espectacular".

Rubalcaba llegó a concretar que la banda pretendía un secuestro de una persona con mucha notoriedad social, un tipo de atentado inédito desde hace años. En los últimos días de diciembre, el Gobierno alertó a políticos, empresarios y jueces, especialmente del País Vasco y Navarra, sobre la posibilidad de que puedan ser el objetivo del secuestro de ETA.

El día 29, el Gobierno activó el nivel dos de alerta antiterrorista (de los cuatro posibles). En esta situación, se adoptan "medidas de prevención y de control para evitar todo tipo de actos que puedan perturbar el normal y pacífico desarrollo" de los acontecimientos y "la seguridad de los ciudadanos". Es decir, que, ante el "riesgo probable de atentado", se reforzaría la presencia policial en las calles y serán visibles los controles en carreteras y ciudades.

Los informes sobre el riesgo de secuestro habrían sido transmitidos a la cúpula antiterrorista 24 horas antes de que Rubalcaba lanzara su aviso de un posible secuestro de una persona "de un sector significativo desde el punto de vista social", "con gran repercusión mediática", que sería el proyecto criminal más avanzado por la banda.

De hecho, ETA ya elaboró informaciones y dispuso los medios durante 2007 para perpetrar el secuestro de un político durante 2008 y en abril del año pasado fueron incautados documentos al dirigente etarra Ekaitz Sirvent en el que la banda se planteaba este tipo de acciones, de gran conmoción social, para el segundo semestre de 2009.