Más allá de una biografía que se cierra con la muerte inexorable, en los hombres que en vida se singularizan en ámbitos sociales, culturales y creativos hemos de valorar el grado de continuidad de la obra que los ha definido. Siempre se ha dicho que las personas siguen vivas mientras haya alguien que las recuerde. Es la dimensión trascendida. Somos testigos de la estela que Pepe Alonso, director que fuera del Aula Manuel Alemán de la ULPGC, ha dejado en un sector del pensamiento isleño. A los dos años de su fallecimiento, se acaba de publicar el libro homenaje Pensamiento crítico. Diálogo Fe-Cultura, coordinado por Isabel Luján, Carlos Cabrera y Segundo Díaz, en el que participan veinticuatro intelectuales. La obra fue presentada en el marco del II Memorial Pepe Alonso que se celebra en la ULPGC. Aunque su biografía sigue abierta en sugerencias, deseo aportar algunos fundamentos de lo que considero un cristianismo innovador. 1) La experiencia de fe: Alonso ofrece un discurso rupturista con respecto a las expresiones de fe tradicional. Llegó a confesar que no sabía rezar el rosario, que no se sabía la letanía y tampoco conocía las estaciones del viacrucis. 2) El discurso de la alteridad: Pepe Alonso cultivó el principio de amar al prójimo como a ti mismo. Con ello, sin llegar a crear un discurso propio, actualiza con un lenguaje innovador lo que se halla arraigado en la doctrina cristiana, basando su fundamentación teórica en el filósofo Enmanuel Lévinas. Ese compromiso por el otro expresa la idea de que la persona existe y se hace plena gracias a la percepción de sus semejantes. 3) La gestión del diálogo: Alonso consolida su acción pastoral en estructuras grupales en las que profundiza en la reflexión compartida, desarrollando nexos entre fe y cultura, considerando que así se podría lograr la transformación social. 4) La poética creativa: su obra de publicista mediante el ensayo y la creación literaria refleja una personalidad cultivada en el ámbito de la filosofía y de las humanidades, hecho poco frecuente en el clero canario, lo que implica una singular manera de exponer su discurso sin caer en dogmatismos. 5) La actitud ante el sufrimiento: durante las dos últimas décadas de su vida, Alonso vive en su propio cuerpo la experiencia del dolor que ofrece con inusitado optimismo. Esa fortaleza la mostró con extrema naturalidad merced a su honda convicción cristiana. Por ello, su huella se mantiene en el tiempo.
