Querido Lucas, con alegría escribo el minuto de hoy dedicándolo a los dos campeones que ayer nos hicieron gozar en la Catedral al ser ordenados de sacerdotes para siempre. Sí, de verdad que los dos no temieron decirle al Maestro de Galilea, a Jesús: "Aquí estamos, cuenta con nosotros para lo que quieras y donde quieras". Amigo Lucas, ayer vimos que los dos ordenandos entraron en la catedral nerviosos a dar el salto mortal, y luego salieron dando vivas con lágrimas después que D. Francisco, nuestro obispo, les impusiera las manos y les ordenara para siempre sacerdotes. Sí, ahora les toca a ellos remar mar adentro, gozar con pescas milagrosas, sufrir con noches oscuras llenas de dudas, viendo también amaneceres nuevos en una Iglesia que camina sembrando cada día el evangelio del Maestro.
Sí, hoy este minuto es para ellos dos, pidiéndole al amigo Lucas que les dé desde el cielo una buena bendición ya que él se pasó años de misionero seglar en Venezuela echando por allá muchas manos a los pobres. Amigos Nicanor y Adrián, desde este minuto les deseo a ustedes dos como nuevos sacerdotes lo mejor en la vida, y que la vestimenta de ustedes en adelante no sea tanto el llevar cruces colgadas o alzacuellos que poco dicen, sino el estar de lado de los más pobres, de los que se apartaron de la Iglesia, de los que no saben qué hacer con la misma vida?
Queridos amigos que estrenan sacerdocio, a mis 75 años les animo a que a diario chupen el evangelio del Maestro, sí, que saboreen la Oración diaria con la Eucaristía y que no se hagan leguleyos, cosa en la que solemos caer algunos curillas presumiendo de trajes y retóricas que para nada sirven hoy día? Sí, hoy me uno a todos los lectores de este Minuto dominical para animarles a que sean creyentes ecuménicos. ¿Te acuerdas, amigo Nicanor, lo bien que lo pasábamos en las clases de Ecumenismo donde me tocó ser tu profesor y cómo fue atrevido aquel imán a quien yo había invitado a hablarnos de Mahoma y el hombre, al final de la clase, deseó que me pasara a su religión para que viese otra cosa distinta de la fe cristiana?
Adrián y Nicanor, hoy les felicito de corazón a los dos por el paso dado ayer deseándoles que sean en adelante puentes para que mucha gente que busca a Dios lo encuentre a través de ustedes que les darán el agua viva del Maestro. Les animo a que estén siempre cerca de los más pobres que muchas veces son más entendidos en la fe que muchos que llevan títulos y leen libros de teología.
Les pido a Uds. dos que recen por todos nosotros que continuamos remando en el ministerio, sí, que recen por los que sueñan con una Iglesia cercana que dialogue con el mundo de hoy siendo reanimadora de tantos cristianos que pararon la fe?
Hermanos Adrián y Nicanor, novatos en el sacerdocio, acabo felicitándoles ad multos annos por el gran paso que dieron ayer deseándoles que sean a diario unos pastores que huelan a ovejas como nos pide el papa Francisco con lenguaje vivencial y lejano a rollos sicológicos que para poco sirven.
