La Provincia - Diario de Las Palmas

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Exposiciones 'Heave away'

¡Soltad amarras!

El mar ha sido la inspiración de muchos artistas y los paisajes creados por las masas de agua que se extienden hasta el horizonte han servido como material para numerosos cuadros y fotografías. La clave de esta obsesión, ya milenaria, que el arte ha mostrado por el mar se debe a la inagotable plasticidad del medio acuático, que crea paisajes de una belleza tan soberbia como efímera. Ningún medio, excepto el fuego, es capaz de formar figuras de una belleza comparable y en cuestión de un segundo transformarla en otra y así durante todo el tiempo.

Por este motivo cualquier cuadro o fotografía que capte un paisaje marino se caracteriza por mostrar al espectador la eternidad de un instante tan efímero que apenas puede ser recordado de forma independiente, y por esa razón se presta a que el espectador concentre en él toda su capacidad de observación. Eso ocurre a pesar de haber sido el mar un motivo tan recurrente en el arte, que ha convertido las pinturas de marinas en obras ubicuas y proteicas en cualquier museo, algo aún más destacable al no estar considerado un género pictórico de primer orden.

Pero en esta ocasión el mar no sirve al artista como fin, sino como un medio para plasmar sus teorías estéticas y reflexionar sobre la naturaleza de la fotografía y el arte, ya que la exposición Heave away es una creación de Janek Zamoyski, uno de los fundadores de la galería varsoviana Czu?o, que agrupa a diversos creadores de diferentes nacionalidades unidos por el deseo de reflexionar acerca del arte, más concretamente de la fotografía contemporánea. Czulosc es una palabra polaca que se refiere tanto a la sensibilidad de una emulsión fotográfica como significa ternura en esa lengua, por lo que Zamoyski, fiel a los postulados del grupo al que pertenece, no acomete una interpretación personal de la realidad trasladada a su particular lenguaje visual, sino que en vez de inventar el arte, lo encuentra y lo fotografía para sentirlo en vez de entenderlo.

El resultado son veintiuna fotografías del Océano Atlántico, realizadas en el 2014 durante un viaje de Las Palmas de Gran Canaria hasta la Martinica a modo de remedo del que realizó el primer navegante europeo en llegar a la isla quinientos doce años antes partiendo también de esta ciudad, Cristóbal Colón.

Estas veintiuna imágenes de un mar desigual, enérgico y variable se convierten en ideas, invitaciones a abandonar todas las propuestas estéticas establecidas y buscar la inspiración en el cambio. Sin embargo el océano a pesar de alterar interminablemente su estructura, siempre mantiene una naturaleza única, que se convierte en diversidad gracias al hecho de trocar la luz y el color en temas artísticos de naturaleza propia.

De este modo nos hallamos con fotografías que de no saber que se tratan del mar, confundiríamos con paisajes volcánicos. En este aspecto es indudable el gran trabajo que hay tras estas fotografías, porque su creador ha tenido que esperar durante mucho tiempo con la cámara en mano buscando que la luz y el color alcanzasen la combinación perfecta para conseguir imágenes de una belleza tan sugerente como hipnotizadora. Cualquiera podría pensar que se han sido tratadas posteriormente, pero en realidad no han sufrido ninguna manipulación, de hecho han sido tomadas con una Canon EOS 5D Mark II.

Heave away, que podría ser traducido por soltad amarras es toda una invitación para zarpar en pos de nuevos espacios sin límites del arte fotográfico.

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