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El análisis

¿Qué hay detrás de la matanza caprina?

Todo el mundo está al corriente del intento, principalmente por el Cabildo insular de Gran Canaria, de hacer desaparecer a las cabras de donde han estado durante siglos, como si fueran un elemento peligroso y añadido, que no tiene nada que ver con nuestro paisaje o medio ambiente, con nuestra idiosincrasia. Y, es que, en aras de un interés general, y de protección medioambiental, y aun sin tener claro, si son silvestres o tienen sus propietarios, o guaniles o especies invasoras, etc, el caso es que se meten en el mismo saco diferentes circunstancias, y en diferentes lugares de la isla, haciendo rasero y majo y limpio ante esta situación, alegando iniciativas comunitarias o de gestión de parques naturales.

El tema de la matanza de las cabras no estabuladas (puntualizando que aun teniendo sus dueños no están en corrales) en la isla de Gran Canaria ya lleva varios años, puesto que ya hace tiempo que se viene intentando por la zona del valle de San Nicolás y Guguy, donde por suerte, la actuación se había paralizado, y no se llegó a mayores, ya que los pastores de La Aldea, principalmente, pensaban llegar hasta los más altos tribunales en defensa de sus derechos. Pero parece ser que se ha vuelto a retomar, y por otras zonas, aunque con circunstancias muy diferentes, y a pesar de un fuerte clamor popular, y contra toda lógica, por el intento de desaparición de unos animales alegando la defensa de la biodiversidad y la naturaleza canaria. Y, en el caso de La Aldea, sin tener en cuenta los derechos de unos ciudadanos sobre terrenos comunales, derechos adquiridos centenarios desde el famoso Pleito de La Aldea, por el que sus antepasados pagaron su precio. Pero sorpresivamente el tema ha alcanzado más virulencia recientemente, ante la campaña y tozudez mostrada por la institución cabildicia. Y aunque ya extendido a otras zonas, con otras circunstancias, vuelve a retomar la iniciativa en La Aldea / Guguy, donde estos animales tienen sus dueños, que disfrutan del derecho al uso de terrenos comunales desde hace muchos años.

Se equivocan plenamente, aquellos que aducen motivos legales que les amparan para traer a los francotiradores, aduciendo que tienen el apoyo incluso de iniciativas comunitarias y normativa mundial. En su época y desde Bruselas yo mismo trataba las iniciativas y fondos comunitarios para el mismo Cabildo insular, y puedo afirmar que desde la capital comunitaria y en ninguno de los proyectos de la Dirección General de Medio Ambiente está la eliminación de estos animales. Al contrario, sí su protección, ni siquiera que sean retirados de su hábitat. Recordemos la respuesta desde Bruselas al Padre Báez, y la pregunta que la Comisión Europea plantea a las autoridades canarias acerca de por qué la batida de las cabras, cuestión aún no respondida.

Tampoco aparece en el Catálogo Nacional de Especies Invasoras, ni tiene recogida a la cabra como especie amenazadora, y no se establece el derecho a que pueda ser liquidada en aras de intereses comunes, tal y como pregonan los impulsores de tales medidas.

Se equivocan alegando tan tajantemente que destrozan el medio ambiente, o se cargan las especies endémicas, ya que, este animal, que lleva con nosotros siglos, si ha venido destrozando endemismos, ¿cómo es que aún quedan? No soy biólogo, pero ¿no es la selección natural? Y por otro lado, no olviden los recientes incendios forestales, que llegaron hasta Mogán, si hubiera habido más animales, no habría tanto matorral, como dicen los habitantes de la zona, y no se hubiera producido este fuego. Ya se ha dicho, hasta la saciedad, por parte de lo que hay que considerar la sociedad civil, que las cabras no consumen tabaibas, etc.

Se equivocan los que hablan de dominio público de los terrenos, porque no saben distinguir lo que es un terreno comunal y deberían leer el Capitulo I 2 del Titulo Primero del Reglamento de Bienes Locales, que explica el derecho de los ciudadanos a utilizarlos. Y es sobre todo en el espacio de La Aldea / Guguy donde tienen sus dueños, que disfrutan del derecho al uso de terrenos comunales desde hace siglos, como en cualquier parte del país. Y ninguna institución puede conculcar esos derechos. Esos animales tienen sus dueños, y estos el uso de esos terrenos, que debe serles garantizado.

Lamentablemente a causa de la asombrosa intransigencia es cada vez más intenso e imponente el clamor popular por la defensa de estos animales en su hábitat. Así, tenemos por ejemplo Change.Org que ya ha conseguido muchas firmas. SOS Cabras, Avatma, el Partido Animalista. Y como todo el mundo sabe, cada vez, más personas relevantes e importantes, que se pronuncian ante tal increíble iniciativa. La sociedad civil se organiza.

Y es que sabemos que hay municipios y colectivos que están indignados de puertas para adentro, pero al estar a la espera de subvenciones guardan silencio. Y también ayuntamientos, que no toman partido, porque formando parte del gobierno cabildicio no pueden quitarles la razón a sus administrados, que la tienen, por puro cálculo de votos. Es la razón de la sinrazón. Cuando nos dirigimos a los responsables políticos, en petit comité se sienten solidarios, pero cuando es público se callan u obedecen consignas.

Parece que con la proximidad de las elecciones este tema se ha silenciado, o ha perdido su vigor por parte del Cabildo, y parece que interesan más los votos que lo que han defendido estos meses, contra toda opinión. ¿Qué hay de oculto? ¿Cuál es la inseguridad? ¿Cuál era la Urgencia ahora? ¿Por qué no esperar unos siglos más?

¿Qué imagen seguiremos dando los canarios en Europa? Todo el mundo sabe el uso y abuso que se hace de las ayudas europeas, y la mala gestión de las mismas. ¿Qué pasará con lo que se vaya a plantar en esa zona montañosa de La Aldea, una vez se agoten las partidas de los fondos? Los pastores piensan que se secarán, como ha venido pasando, por abandono. Y mientras tanto, gastos en paseos con helicópteros, costosa publicidad e imagen, etc. ¿Qué pasará con la titularidad de los terrenos? ¿Se dará paso a la especulación turistica?... Esa es la sensación en la mente de muchos.

Pero ya es hora de retomar las acciones, ante la terrible situación que se ha producido con este animal, que tanto forma parte del alma canaria, y nuestra idiosincrasia, por desgracia, por el nivel al que se ha llegado por parte de los responsables políticos. Los pastores piensan de nuevo utilizar las vías legales a su alcance, como hicieron sus antepasados.

Diferentes colectivos ya han iniciado las acciones y que son propias de ellos. Europa es una Comunidad de Derecho, y hasta allá se piensa llegar, por todos, y otras instancias internacionales.

Lo más triste es que aunque se gane en los tribunales puede que sea tarde para la economía de muchos pastores. Lo que se ha demostrado con la improvisación y el oportunismo, se buscan esos fondos europeos, que cada vez peligran más, por su mal uso. Pero, también reflexionemos cómo serán esos campos y lugares canarios sin la presencia de esos animales que siempre estuvieron, ahora que, como en recientes artículos, se señala las excelencias de la leche de cabra y todos sus productos. Y para más inri, esta ya confirmado que era objeto de culto por los aborígenes, en las excavaciones arqueológicas.

Como la alejada aldea de los galos de Astérix, desde La Aldea de San Nicolás, se luchará contra la sinrazón, en todas las vías legales, que tengamos en aras de una justicia que corresponde a los ciudadanos por pequeños y desamparados que se encuentren, y también a los animales, en lo que parece se está convirtiendo en una tercera versión del Pleito de La Aldea.

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