La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Billete de ida

Sesión de embestidura

En vista de que se complica la sesión de investidura, los partidos políticos del espectro español -dicho sea en la acepción más fantasmagórica de la palabra- han decidido echarse al ruedo a practicar la embestidura, que es deporte nacional de lejana tradición y largo recorrido consistente en derribar al contrario a topetazos de testuz. Es la esencia de la Fiesta: cornear al rival antes de que llegue el tercer aviso, en este caso la convocatoria de unas terceras elecciones. Investir es vestir desde dentro. Es decir, que para ser investido hace falta que alguien te vista. Y se requiere para la ocasión suntuosa vestimenta, y a día de hoy a Mariano Rajoy no le da con la sábana raída que remienda a marchas forzadas el taller textil de Rivera. Sin investidura a la vista, arrecian las embestidas y se avecina el fantasma de una nueva convocatoria electoral, auguradas para fin de año. Vuelve, a casa vuelve, a votar por Navidad. Como El Almendro. O como los alcornoques que gobiernan la política española, que en lugar de resolver de una vez el sudoku nacional prefieren irse por las ramas, y echar más leña al fuego en plena canícula. Habría que dejarlos sin turrón. No hay razón, sin embargo, para la queja: los que mandan son reflejo práctico de aquellos a quienes gobiernan en un país machadiano donde, de diez cabezas, nueve embisten y una piensa.

Compartir el artículo

stats