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Javier Durán

Reseteando

Javier Durán

La Fábrica de Hielo

El abrevadero político es tan desagradable que uno agradece la oportunidad de alejarse de él, aunque sea para andar por la extinción de la ciudad incapaz de encontrar un hueco bajo el viento de la renovación o el ladrillazo. Es así con la Fábrica de Hielo del Puerto de La Luz, que suministró sus bloques de frío en los años en que la nevera no había hecho acto de presencia en España. Al parecer, las viejas naves van ser sustituidas por oficinas y viviendas, y con ello se apaga un vestigio más del patrimonio cultural portuario. Es visible que entre las construcciones expansivas de centros comerciales, astilleros para megayates, concesiones millonarias, un acuario o una inventiva como la de un teleférico a nadie se le pasa por la cabeza la necesidad de preservar, reutilizar o reconvertir los edificios que marcaron un momento sociocultural de la Isla en su conexión con el mar. Está claro que no todo es recuperable, pero indigna algo que no exista un ejemplo de cómo era el interior de una consignataria británica, ni tampoco una referencia física de los astilleros Blandy, o que el antiguo almacén de Fyffes lo mantenga cerrado el Ayuntamiento sin saber bien qué hacer con él. Por cierto, sería un lugar idóneo para divulgar el significado del Puerto de La Luz para Gran Canaria, el crecimiento de La Isleta, sus recursos naturales, los soportes audiovisuales y fotográficos al respecto... En definitiva, la transformación del Istmo en un enclave de riqueza que modificó la vida de miles de familias vinculadas a los oficios y los trabajos portuarios. Debe ser una perspectiva a tener en cuenta desde que se toma la decisión de meter la piqueta, ya sea en la Fábrica de Hielo o en la demolición acelerada de casas terreras que representan un modelo de vida. El progreso es irremediable, pero también es necesario articular una solución para que los valores inmateriales no se evaporen. La pérdida de identidad del Puerto significa acabar con otro potencial: mostrar su historia. Y parece que la hay.

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