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Opinión

... y pico

Sí. Fueron noventa y tres minutos y pico. Pero un pico tan envenenado momentos antes por un sospechoso penalti, que no solo mató la continuidad de una sorprendente cabeza de liga canaria, sino que vuelve a dejar a miles de personas , hasta a las más moderadas y comprensivas, sumidas en la duda sobre si será solo el destino quien nos quita de las manos la posibilidad de seguir en la cabeza un rato más. Baila esa sensación entre la duda y el pesar.

El pasado sábado, en Sevilla, desgracia y ofensa se juntaron contra un equipo amarillo, merecedor de la victoria durante casi todo el partido, y en cambio perdedor al final en ese fleco que le suelen colgar "a ojo de buen cubero", (corrientemente tres minutos). O lo que le parezca al que pita, cuando demostrado está que en solo unos segundos queda en capullo lo que parecía iba a ser flor.

¡Qué desgracia! ¡Qué mala suerte¡ Incapaz me veo de asegurar ¡Qué mala leche! Siempre me han dado pena los árbitros que se aturden por gritos, piropos y silbidos. Son mis amigos. Para ellos escribí la conferencia 'un árbitro; un amigo'. Y no puedo concebir que haya 'tonto del haba alguno' que con mala intención remueva tripas a miles de gentes.

Hasta el mejor goleador no encuentra puerta, y el mejor entrenador pone al peor. El otro día yo después de 70 años de querer escribir bien escribí "garage".

Grave error; pero peor sería que ahora yo le escribiera con "hamor". Por eso señor Martínez pasaría casi sin pasar lo que usted, asustado en el barullo y arrebato andaluz del Pizjuán, vio como penalti, dejándonos con la miel en la boca y la 'bilis' alborotada en el estómago inconformes y con tristeza por el empate que trajo .

Comprensible si pensamos ¡qué difícil es eso de hacerlo todo bien! Pero cabreante cuando se repite lo que se hace mal, como en este caso, porque al penalti que no es, le sigue el famoso fleco de alargue de tiempo medido a ojo de buen cubero y un corner de marabunta parecida al grupo de varias mujeres huyendo enloquecidas sin saber por donde salta la rata que acaba enrollada en la red con el 2-1 andaluz.

Todo fue así poco mas o menos en 93 minutos y pico envenenado.

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