La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El callejón del gato

Una, grande y libre

Como si lo estuviera viendo... más de uno se ha precipitado a leer lo que se esconde detrás del presente encabezamiento!

Esta expresión es un lema trinitario muy habitual en la Historia y se ha relacionado, en alguna ocasión, con los pueblos indoeuropeos que organizaban en tríadas tanto a sus dioses como las divisiones sociales, de un modo similar a la división en estamentos de la sociedad medieval. En el siglo XVIII se consolida, con la Revolución Francesa, uno de los lemas trinitarios más repetidos: "¡Libertad, igualdad, fraternidad!" y algunos otros, como el de la República Dominicana, que proclama "¡Dios, Patria y Libertad!"

El pasado martes conmemoramos y, por qué no decirlo, celebramos el XXXVIII aniversario de la Constitución que, sin lugar a dudas, ha representado el mejor y mayor periodo de prosperidad de España como nación en toda su historia, dando paso a una sociedad moderna que nos ha traído hasta aquí con las mayores cotas de bienestar social y económico.

El gran desafío que tenemos por delante, sin lugar a dudas, es cómo vamos a afrontar el reto que los nacionalismos, apoyados en populismos viejos disfrazados de nuevas ideas, pretenden acabar con una historia conjunta de varios siglos. Te puedes fiar de los malos políticos... no cambian jamás.

¿Qué hay de malo en desear que España continúe siendo "Una", respetando las singularidades, costumbres y lenguas de todo el Estado? Y, por supuesto, cualquier nación en un mundo globalizado debe aspirar a ser "Grande", máxime en una Europa fuerte que defienda los valores tradicionales, siendo una de sus características desde su fundación allá por los años cincuenta. Y, finalmente, "Libre", para qué decir, pues representa la primera de las aspiraciones de cualquier nación que se precie y pretenda ser dueña de su destino en el contexto internacional.

Desde muchos sectores se cuestiona la validez de nuestra Constitución, proponiendo una reforma de la misma y, puede que tengan razón, pero siempre y cuando genere el máximo consenso entre todos los partidos teniendo muy claro el cómo y para qué se debe hacer dicha reforma.

Ya va siendo hora de desprendernos de complejos del pasado que sólo nos atenazan frente a aquellos que llenos de rencor y resentimiento sólo hacen frenar el progreso que nos hemos ganado a pulso con nuestro trabajo y dedicación.

Los complejos sólo existen en nuestra mente irracional. Las personas fuertes y racionales no ven ningún problema en el hecho de tener defectos.

Compartir el artículo

stats