LA PROVINCIA del viernes 17 de marzo de 1967 destacaba en su primera página la noticia sobre Perry Russo, el misterioso informador del fiscal Garrison, el testigo clave para demostrar que existió un complot para asesinar al Presidente Kennedy. La realidad, en este caso, supera a la ficción. Y ahora, tras las declaraciones de Russo, empieza a abrirse camino la sospecha de que en lugar de un Oswald hubiera dos: uno el asesino del Presidente, y otro, el que murió a manos de Jack Ruby.