Y no es que lo diga yo, sino que el título de este artículo es lo que me han transmitido en Mauritania, en Senegal y en Cabo Verde los responsables de cooperación de las delegaciones de la Unión Europea, los responsables de cooperación de los gobiernos locales, y los embajadores de España.
Acabamos de terminar la presentación en África de todos los proyectos aprobados en la primera convocatoria del programa de cooperación transfronteriza PCT-MAC, que cuentan con socios africanos (42 proyectos en Cabo Verde, 18 en Mauritania y 18 en Senegal). Nos hemos desplazado unas 50 instituciones canarias, que han presentado sus proyectos conjuntamente con sus socios africanos, en tres jornadas de gran visibilidad política y técnica.
Todo ello ha sido posible gracias a la aprobación por parte del PCT-MAC del proyecto estratégico Hexagone, para reforzar y apoyar la implementación del programa.
Estamos tremendamente satisfechos. La presencia de Canarias en los tres países ha sido muy significativa, el potencial de cooperación demostrado, muy importante. Y lo que es mejor, lo será aún más en el futuro, cuando los proyectos presentados se pongan en marcha y lleguen los proyectos nuevos de una segunda convocatoria que se lanzará después del verano.
Queremos crear mesas permanentes de diálogo por los ejes de intervención (I+D+i, competitividad de las pymes, prevención de riesgos y cambio climático y buena gobernanza) con los socios canarios (de Azores y Madeira) y los socios de Cabo Verde, Mauritania y Senegal.
Esas mesas, que tendremos que seguir organizando durante los próximos años, nos convertirán en un ejemplo de cooperación de cara a la UE y a los propios países africanos.
Entre las cosas más positivas de estas tres jornadas: el sentimiento de grupo de todos los participantes canarios, la conciencia de que no somos parte de un proyecto concreto, sino de un programa de cooperación, de una estrategia de Canarias con los países vecinos que generará oportunidades para todos; y también el excelente ambiente, la ilusión y el compromiso entre todos los implicados.
Entre los principales retos, la necesidad de acceder a fondos FED que tengan un mayor impacto en los países africanos, profundizar en ese 30% del programa que se puede gastar en África, y la implicación y seguimiento de los proyectos por parte de los socios de Mauritania, Senegal y Cabo Verde.
Tenemos unos buenos años por delante para seguir avanzando. Si continuamos en esta línea, con esta implicación demostrada por las instituciones canarias, estoy convencido de que podemos convertirnos en una referencia en el Atlántico Medio.
Y no es este artículo un discurso de intenciones, sino una realidad constatada en estos intensos meses de trabajo.
