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opinión

Siiií... Pero, además

No sólo es hacer lo que poco menos que 70 años atrás se viene haciendo desde aquella primera vez en nuestra Villa Mariana.

No sólo yendo como se va a hacer el próximo día 16 y rodilla en tierra e invocar a la Virgen Patrona, la ventura y el honor que den orgullo y alegría a las gentes que siguen y quieren a la UD.

No sólo con pedirlo basta.

Hay que confirmar el deseo, como por ejemplo ocurrió la pasada temporada. De Teror a Valencia: primer triunfo y puntos de vital importancia en la cuenta final.

No sólo las peticiones sueltas, por fervorosas que sean, bastan para cumplir esas obligaciones o deseo del futbolista.

No; nada de eso es suficiente para entusiasmar y fortalecer voluntades amontonando gente y colaboración pública, ¡cuanta más, mejor!.

Porque para merecer aplausos y mantener felices y orgullosos a los aficionados se precisa algo más; por ejemplo lo que hicieron el otro día frente a la bandera del campeón turco, aunque fuera en Marbella, de verano, amistosamente y ante los cuatro gatos y algún jeque que digería su langosta remojada con la frescura del champán. O séase, ganar como se ganó, aunque poco antes de ir a beber el agua del descanso fue el 1-0 turco (Dusko Tosic), gol que dio pábulo a pensar y decir a algún telemandengue -¡Ay mi madre!, ¡nos pueden meter cinco!-.

Pero ya vieron que no porque las únicas caracolas de marcador que sonaron después con variopinto tono internacional fueron con aire del amarillo, en el que, ahora mismo y mientras se van o amenazan con llevarse valores isleños porque son buenos y baratos, resulta que vienen y fichan otros de fuera como prometedores melones todavía sin abrir y catar, de tal manera que contamos con una tropa de valientes legionarios de distintos países.

En nuestro triunfo de Marbella marcaron Jonathan, Expósito, Momo y Benito, todos de la misma bandera isleña, bandera con la que si no se cubre por completo la actividad amarilla es porque al tener más cantera que dinero, se suelen escurrir yéndose algunos valores del plátano, recalando en su lugar otros que, aún soplando el pío pío con tango de Argentina, aires de Uruguay, eskarlkautens de Alemania, sambas do Brasil, y saltos de Croacia que, como en botica, de todo eso tenemos fichado, dos de ellos, Mauricio y Halilovic consiguieron el pasado sábado, no sin apuros, el 2-1 que les vale un trofeo que sin ser oro negro del cercano Gibraltar igual llena vitrinas recordando en el futuro que con estos chicos Manolo Márquez, de rebote, puede iniciarse un brillante por-venir cosa que, en fútbol, todo está así siempre por-venir.

Con el Manolo experimental se juega con la bolita sin hacer ridículos mientras esperan para hoy, con impaciencia nerviosa, la caricatura de un derbi pocas veces amistosa (UD Las Palmas-CD Tenerife) donde por culpa de que aparece un tipo de mosquito canarión o chicharrón picándole aunque sea por casualidad, a alguno de los artistas, ya sea éste, nativo, peninsular, del Juncalillo grancanario o de El Tanque tinerfeño, y les pone en pie del combate de tradición.

No debería así ¡Tan cercanos y hermanos como son!.

Por ello debe haber una adecuada recomendación.

Aunque no se estén jugando nada, ¡cuidado, muchachos! que luego les hacen falta. A unos por ganar la liga o Europa, y a otros para ascender a primera.

Para empezar bien la liga muchos son los amarillos que, creyentes y hasta ateos por si acaso, acudirán el próximo día 16 de agosto a Teror invocando allí de rodillas ante la Virgen del Pino el valor, fuerza y tino. Es lo mismo que hicieron en septiembre de hace 66 años otros jugadores tales como Viera, González, Castañares, Juanono, Yayo, Tatono, Elzo, Manolín, Polo, Tacoronte, Peña y Cedrés y sus compañeros componentes del primer partido de postín oficial en Canarias , por añadidura, fue el Real Madrid quien ocupó aquella primera página del Insular (1951) cuyos protagonistas, visitados y visitantes murieron.

Tampoco están los desaparecidos compañeros informadores deportivos de la época cuya ausencia me empuja a ser decano, heredero y espectador aún, de los desvelos que entonces compartimos y no olvido. Y ahora... tantos años después, como cada temporada, la juventud ascendente que entierra a sus predecesores son, creyentes o ateos, los protagonistas de la visita y, por mi parte, residuo que soy de aquella primitiva ruta, quizá con cuidado y precaución puede que aún llegue a representarles hincando la rodilla en el mismo lugar donde por primera vez empezamos a hincarla todos.

Obedece este artículo al deseo de destacar tan hermosa tradición evitando su olvido en los nietos que empiezan a vivir otra temporada en la gran división que tanto costó alcanzar, y merece ser permanente.

Todo explicado así es cómodo y bonito, pero, ya es conocido, que sólo pedir puede no ser suficiente.

El día 16, en Teror, el equipo tendrá a mano el maternal auxilio de la Santa Patrona. Siiiiii... Pero, además... Además, el 20 de agosto es la UD quien tendrá que recoger el premio en el tejado del campo de Mestalla, porque, también en el fútbol, no todo depende una invocación filial.

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