Una de cada tres farmacias de la provincia podría ver peligrar su viabilidad a partir del próximo mes de septiembre, para cuando empiece a hacerse efectiva en los recuentos de ingresos de las oficinas la repercusión de los decretos estatales de recortes impuestos por la cri- sis económica.

Las farmacias con un porvenir más complicado son las oficinas más pequeñas y con menor poder adquisitivo, según reconoció ayer Carlos Muñoz, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas.

Muñoz, quien explicó que los responsables colegiales trabajan en la aplicación de los decretos para que su impacto sea el menos negativo posible en las farmacias, afirmó que la bajada de los márgenes supondrá una reducción media del 20 por ciento de los ingresos en las oficinas. "No tenemos datos a nivel provincial, pero ésa es la previsión para el territorio nacional. Es difícil concretar porque el sector de farmacias es muy heterogéneo", añadió.

En esa línea, Carlos Muñoz reconoció que "un porcentaje de las oficinas va a tener pérdidas importantes y existe miedo al cierre", aunque confió en que estos casos no sean numerosos y sí se produzcan más reestructuraciones de plantilla.

En la provincia de Las Palmas el despacho y dispensación de medicamentos en oficinas da empleo a alrededor de 1.500 personas entre farmacéuticos, adjuntos y auxiliares de farmacia.

Y según datos colegiales, unas 3.000 personas trabajan en total en el sector si se suma al personal de las farmacias el dedicado a las tareas de distribución farmacéutica y quienes tienen su actividad en los almacenes de distribución de fármacos y otros productos de venta al público.

CIERRE. Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Schwartz, explica que los recortes y las bajadas del precio de los medicamentos por la crisis van a implicar que las boticas pierdan un 40 % de sus ingresos, por lo que se valora que las que se ubican en barrios aislados o con menor población, como ocurre en muchos pueblos de las Islas, se verán abocadas al cierre.

Los representantes del sector estiman que el 20 % de las 20.000 oficinas de farmacia de España (un total de 4.000) no sobrevivirán a esta situación y que la mayoría de las restantes tendrán que despedir a parte de su personal.

De hecho, Schwartz destaca que la mayoría de las 710 farmacias de las Islas no están contratando trabajadores para cubrir las vacaciones y que peligra la especialización lograda en el sector, que es una garantía de seguridad para el ciudadano.

El presidente de los farmacéuticos de la provincia explica que se ha calculado que los recortes afectarán, como promedio, al 40 % del beneficio final de las farmacias, pero "eso no quiere decir que se trabaje un 40 % menos, ya que sólo se abarata el producto, mientras que el esfuerzo para colocarlo en el mercado y garantizar su calidad, así como la responsabilidad social y legal del farmacéutico, tienen que ser iguales". Schwartz cree que esto implicará despidos y que "se cambie a personal cualificado por un familiar que ayude en la empresa, por lo que será una forma de volver al subempleo".

Ante la caída de los ingresos a casi la mitad, "prevemos cierres de oficinas de farmacia, porque hay un porcentaje muy grande al que le es imposible sobrevivir a esta situación, que ya ha visto que no le salen las cuentas, y las que más peli- gran son las de las zonas aisladas o barrios poco transitados, que tienen menor volumen de negocio".

Así, estima que en torno al 20 % de las 20.000 del país (un total de 4.000) tendrán que cerrar y "esto es una cifra brutal, que implica que entre 8.000 y 10.000 trabajadores se vayan a la calle".

Schwartz recuerda que todas las farmacias de España se consideran necesarias, ya que se otorgan en función de criterios de población y territoriales (se reparten por concurso público), por lo que su cierre será un problema para muchos mayores. Además, señala otras medidas a las que recurrirán los farmacéuticos, como quedarse sin personal y abrir lo máximo que puedan aguantar solos (el mínimo es de 38 horas semanales).