El catedrático de Logopedia de la Universidad de La Laguna, Víctor Acosta, ha dicho en una entrevista que en algunos centros escolares de las Islas el 90 por ciento del fracaso escolar se puede explicar por un problema lingüístico de los niños. Víctor Acosta hizo esta afirmación durante una charla en la que habló de un programa europeo que se hará durante los próximos cuatro años para estudiar la naturaleza de los trastornos del lenguaje en todas las lenguas europeas.

Se ha hecho un cálculo según el cual unos cinco millones de niños tienen en Europa trastornos primarios de lenguaje, lo que quiere decir que no se deben a un defecto orgánico, sensorial o psíquico, y si bien se habla de que pueden tener un componente genético Víctor Acosta opina que inciden muchas cuestiones.

El concepto de trastorno primario del lenguaje puede afectar a uno o varios componentes del lenguaje y el catedrático de Logopedia señaló que hablar mal es utilizar un lenguaje ininteligible, pero también omitir sílabas o fonemas, y en lugar de rana decir pana, o pronunciar cocholate por chocolate, o asimilar sílabas como en el caso de añaña por araña.

Víctor Acosta destacó que los trastornos primarios del lenguaje si no se resuelven afectan a la lectura, y ahí está la clave de la escolarización y del éxito escolar. La lectura y la escritura son procesos parasitarios de las habilidades lingüísticas.

Insistió en que hablar mal afecta a la estructuración fonológica del habla y recordó que cuando hay un retraso en el habla lo siguiente es un retardo en el vocabulario. Hay que tener en cuenta que los niños representan los sonidos mentalmente, de forma que almacenan las palabras en la memoria y si es incorrecto el almacenamiento del léxico las palabras no se podrán recuperar de manera óptima, agregó. El catedrático de Logopedia subrayó que los llamados hablantes tardíos, que son los niños que no acaban de conformar bien el sistema fonológico, tienen dificultades en el léxico y a continuación en la sintaxis y sobre el discurso, en lo que es un defecto en cadena. Según Víctor Acosta, en España en general y en Canarias en particular la mayor parte de los problemas de lectura ocurren como consecuencia de una mala organización sintáctica, semántica y discursiva del lenguaje, que hace que su aprendizaje se retrase.

Por ello los programas de evaluación e intervención en lectura muchas veces no deben incidir tanto en los aspectos fonológicos -como habría que hacerlo para la dislexia- sino en otras áreas del lenguaje. Por ello, Acosta no está de acuerdo con los profesionales que dicen que no hay problema cuando un niño de dos o tres años no habla o lo hace con palabras sueltas, pues asegura que cuando eso sucede es que pasa algo importante que puede marcar la vida del niño.