"El cáncer de mama no es sinónimo de muerte". La presidenta de la Asociación Canaria de Cáncer de Mama, Marisa Herrera, repite esta máxima que va calando en las mujeres que se enfrentan a esta enfermedad. LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas ha hablado con cinco de ellas, pero la lista es larga. No en vano, una de cada siete mujeres desarrollará a lo largo de su vida cáncer de mama, aunque afortunadamente la tasa de supervivencia cada día es mayor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado octubre como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, un mes en el que se pretende concienciar a las mujeres de la importancia de la detección temprana. Y es que en el 90% de los casos este tipo de cáncer se detecta mediante autoexamen, por eso es tan importante estar alerta ante posibles cambios.
El comienzo de la historia de Mercedes, Charo, Marisa, Lucía y Mar es muy similar. Una mañana vistiéndose se dieron cuenta de que tenían un bultito en la mama y a partir de ahí empezó su particular lucha que es la de miles de mujeres (cada año en España se diagnostican 22.000 casos). Las cinco se muestran felices, vitales y enérgicas y aseguran que el cáncer no acabará con ellas.
"Cuando el médico me diagnosticó cáncer de mama me dio dos años y medio de vida, y han pasado 21 años desde aquello", recuerda Marisa consciente de que sus palabras pueden animar de alguna manera a todas aquellas mujeres a las que diariamente le diagnostican esta patología. "No se trata de compadecer, sino de fortalecer. Cuando te compadeces, pierdes la autoestima y pierdes la energía para salir adelante", aconseja la presidenta de la asociación.
Sentada junto a ella, Mar Pérez reconoce que la mejor lección se la dio su hijo pequeño. "Me sujetó mi pelo, que entonces era muy largo, y me dijo: Esto es solo pelo, mamá", recuerda esta canaria apenas siete meses después de que el médico le diera la impactante noticia que la dejó en estado de shock: "Nunca piensas que te va a tocar a ti", asevera.
Charo Oliva señala que la caída del cabello hace pública la enfermedad que hasta ese momento va por dentro, lo que provoca miradas y murmullos incómodos. Por eso Mercedes Frías prefirió cortar por lo sano y cuando su médico le dijo la temida palabra le pidió a su hijo que le cortara el pelo al cero: "Le expliqué la enfermedad como una guerra, como si yo fuera una guerrera que tenía que luchar. Entonces tenía el pelo largo y moreno hasta la cintura y él me lo cortó".
La última película de Julio Medem, Ma ma, estrenada recientemente, hace partícipes a los espectadores de esta lucha a través de la historia de Magda (interpretada por Penélope Cruz), una profesora embarazada a la que diagnostican cáncer de mama.
Algo parecido a lo que le sucedió a Lucía Galván hace tres años. Estaba embarazada de seis meses cuando se notó un bulto en el pecho. "Tiempo después cuando iba por la calle la gente me miraba con lástima porque tenía un niño pequeño", recuerda.
Marisa advierte que las miradas afectan a las pacientes y por eso a veces se acaban aislando en sus casas. También pide a los oncólogos que tengan un poco más de sensibilidad a la hora de dar una noticia tan impactante. "La idea es que las mujeres no se alarmen cuando se enteren de la noticia. Con buenos tratamientos y los grandes profesionales que tenemos en Canarias saldrán adelante", concluye.
